Friday, September 23, 2005

LA CAIDA DEL HALCON TRICOLOR

Antes que nada quiero agradecerles a todos aquellos que me felicitaron por el libro que ahora (espero) andará rodando por las estanterías de las librerías, espero que con muy buena fortuna.

Ahora bien, pasando a los asuntos nacionales, lo sucedido el día de ayer con el fallecimiento del Secretario de Seguridad Pública; Ramón Martín Huerta ha sido una de esas cosas de la vida que ponen en duda la inexistencia de la mala suerte.

Casi a un sexenio de haber sido creada, la Secretaría de Seguridad Pública, con todo y su nombre importante, no ha podido hallar su nicho en la estructura del gobierno nacional. En el papel era la secretaría preeminente en cuestiones de seguridad pública; en los hechos tuvo que disputar su primacía desde el primer momento cons instancias como la Procuraduría General, el Ejército y las fuerzas de seguridad de las que cada estado de la Federación dispone. Para remediar un poco este problema, desde el Poder Ejecutivo se integraron diversas fuerzas del orden desperdigadas en el organigrama del gobierno federal como la Policía Federal de Caminos, la Policía Federal Preventiva, la Policía Fiscal y las fuerzas encargadas de la seguridad en los penales federales del país.

Peor aún, las divergencias personales entre los encargados de la seguridad pública en el país (aunado a la creación foxista del puesto de Consejero de Seguridad Nacional por encima de todas las instancias de seguridad) terminaron por crear una hoguera de vanidades donde las animadversiones entre los encargados de mantener a flote el buque debilitaron la estructura de la organización de la seguridad en el país. En tal sentido, la Secretaría de Seguridad Pública no pudo cristalizarse como una organización vertebradora de las estrategias de seguridad pública en el país.

Aún más, las nuevas tareas que se le encomendaron a esta secretaría determinaron coyunturas de peligro para el buen nombre del gobierno federal. La fuga del Chapo Guzmán de un penal federal de alta seguridad y el linchamiento de dos agentes de la Policía Federal Preventiva en un barrio periférico de la Ciudad de México crearon la imagen de una Secretaría de Seguridad Pública dubitativa e ineficiente a la hora de resolver problemas de seguridad. Pero que no se piense que esto es un rosario de culpas sin final. Se sabía (y al menos el primer encargado de esta secretaría, Alejandro Gertz, lo señaló en muchas ocasiones) que la estructura de la Secretaría de Seguridad Pública no estaba diseñada para operar complejas operaciones de mantenimiento de la seguridad pública y su papel era más bien el de coordinar a las demás instancias policíacas.

Demasiado pequeña para poder incidir en la política de seguridad y demasiado grande para pasar desapercibida, la secretaría pasó por momentos difíciles. Por tal motivo el presidente Fox colocó en este puesto a quien, de seguro consideraba como una de las personas más inteligentes en su entorno cercano. Ramón Martín Huerta. Desafortunadamente, de el sólo puedo recordar la disputa que tuvo con el ahora precandidato al gobierno capitalino, Marcelo Ebrard por el asunto de los policíás federales linchados ya que argumentaba que sus policías no fueron debidamente protegidos, mientras que Ebrard le acusó de haber realizado actividades no autorizadas en su feudo.

En fin, ahora el secretario ha fallecido inesperadamente, y lamentablemente el presidente pierde a uno de sus hombres más cercanos y de sus amigos más queridos. De un golpe de la mala fortuna (hasta que no se demuestre lo contrario), la Secretaría de Seguridad Pública quedó descabezada en apenas unos cuantos minutos y quizá ya sea demasiado tarde como para que se pueda hacer algo útil allí.

APUNTE PERSONAL
Comenzamos el otoño, el primer día de viento frío y sol radiante se dejó sentir. Lo que me encanta de estos otoños es lo paradójico de percibir el frío bajo el fondo del cielo azul, una descarga de optimismo en la antesala de una de las épocas más sombrías del año.

Wednesday, September 21, 2005

ALCANZAME LA LETRA

Este es un día muy especial en mi vida ya que en la tarde se anunciará la publicación de un ensayo mío en un libro. El título se denomina Internet: columna vertebral de la sociedad de la información. Una coedición de mi alma mater (el Tec de Monterrey) y la editorial Miguel Angel Porrúa es responsable del feliz acontecimiento.

Me siento muy feliz porque este es un paso en mi carrera que jamás pensé que llegaría. Y más allá de la felicidad inherente de poder compartir este logro es que me doy cuenta de que las cosas no están tan jodidas después de todo y que, también es posible hacer que la esperanza surja después de la devastación. El artículo que escribí se los comentaré más tarde, pero lo que quiero compartirles a todos es que me siento muy contento de poder trascender al menos en una modesta forma.

Perdonen por lo escueto del mensaje, pero es la emoción.

Ya seguiremos luego.

Apunte personal
I wish you where here, but I know that by all means, distance is definitive. I won't expect a miracle but I just regret not having told you anything about this book, about this essay, and the most important, about these years that have vanished like a dream just a few days ago.

I just hope someday distance will become just a fuzzy reference and a bad memory. But today, and tomorrow and the next day, I'll remember and feel the blues contained inside each word I wrote there. Have sweet dreams, wherever you are.

Sunday, September 18, 2005

CUANDO TENGA 34 AÑOS

Eso sucederá muy probablemente en el año 2010. Y digo muy probablemente porque siempre cabe la posibilidad malsana de que la vida depare una de esas nefastas trampas y me caiga un piano encima durante alguna celebración familiar. Pero lo importante aquí es que en el año 2010 estaremos celebrando dos centenarios: el bicentenario de la Independencia mexicana y el bicentenario de la Revolución Mexicana. Auguro desde ahora que entre septiembre y noviembre de 2010 tendremos muchas muchas pachangas.

Sin embargo, más allá de lo que pase en mi vida para entonces, lo cierto es que el 2010 será un año de corte de caja donde se pondrá el balance de lo que este país ha sido y dejado de hacer en los últimos doscientos años. Y la verdad es que eso podría no pasar de un mero asunto académico, de no ser porque, al menos en lo que respecta a lo que pensamos como patria, es que el país nomás no se halla.

Dejemos por un momento los problemas políticos y las interminables crisis económicas que periódicamente nos atenazan. Si pensamos, por un momento en la clase de país en el que nos hemos convertido en los últimos tiempos, al menos valdría la pena perder el sueño un par de noches. Con un país que padece la lenta pero inevitable sangría hacia los Estados Unidos; una patria mexicana envuelta en una crisis permanente de identidad y que no puede mantener siquiera a su población lo suficientemente feliz como para no partir rumbo al incierto norte.

Peor aún; la identidad del país está desperdigada después del final de la égida del discurso revolucionario. En un mundo globalizado y donde se puede saber lo que sucede en cada segundo en cualquier parte del mundo, resulta que los discursos sobre lo mexicano no han podido evolucionar de los previsibles clichés del sombrero de charro y del plato de tacos. Me parece triste que, habiéndose convertido la patria mexicana en un ente tan complejo que a mismo tiempo puede albergar las tradiciones más profundas junto con las expresiones estéticas más avanzadas, sigamos creyendo que el país es aquel ente, descrito por López Velarde como patria "alacena y pajarera".

Si no mal recuerdo, el último intento de poner a tono la mexicanidad con los tiempos ocurrió a mediados del siglo XX cuando poetas como Octavio Paz; filósofos como Samuel Ramos, Jorge Portilla y José Gaos e historiadores como Daniel Cosío Villegas sacaron bisturí para abrir la dura piel mexicana y ver lo que tenía por dentro. Encontraron en lo general una nación de raíces profundas pero que también albergaba profundas vulnerabilidades que, de no ser remediadas (en la década de 1950) podrían derivar en una crisis mayúscula de consecuencias impensables.

Cumplido ese término en esta década, se puede ver hasta qué punto la nacionalidad mexicana vive vulnerada en todos los lados, siendo quizá el más doloroso el de los millones de mexicanos que con su huída votan por una mejor vida, aunque sea en tierra ajena.

No quisiera pasarme el resto del presente texto quejándome de la incierta suerte de lo que nos espera o de los nubarrones que se ciernen sobre nuestro cuerno de la abundancia, pero es preciso hacer una reevaluación de lo que significa ser mexicano en tiempos de la hamburguesa, del DVD, de Internet; de la difusa y confusa democracia que teóricamente disfrutamos.

APUNTE POLITICO
La Maestra Elba Esther juega quizá su última mano de baraja en estos días. Acicateada por la desesperación de ver su cabeza en la cesta de los decapitados luchará con la espada desenvainada hasta su último aliento. Del lado de lo que fue su partido, su antiguo aliado se coloca la armadura para combatirla antes de que el alba reviente sobre el campo de batalla. Quizá en las residencias de ambos se velan las armas de una guerra que se vislumbra crudelísima. La salida del sindicato de maestros de la órbita priísta puede ser la estocada definitiva que le de muerte a la bestia del antigüo régimen. Y no crean que me alegra mucho este veredicto. La caída del viejo régimen ha traído un cúmulo de problemas que han repercutido en la viabilidad del país. La destrucción del PRI por mano de sus guerras intestinas lo único que me augura es la regresión a una especie de Edad Media política donde veremos el regreso de los caciques regionales (como sucede ahora en Oaxaca) que lucharán por volver a tiempos ancestrales, así como una vuelta de tuerca que haga más pesada la ya de por sí convivencia de los mexicanos.

APUNTE POLITICO 2
Santiago Creel vencido por un taco de pescado. Los reportes de su temporal retiro de la justa partidista por una intoxicación me suena a lo que hizo Fox hace algunos años cuando, al borde de una decisión en el Consejo de Seguridad para definir el caso jurídico que llevó a la guerra en Irak, nuestro presidente se hospitalizó en lo que la decisión se cocinaba junto con la ira de W. Bush. Algunos pensamientos inquietos: la revista Quién reportó hace algunas semanas que Creel se separó de su esposa. Un debate de precandidatos donde se presentó como una persona en condiciones físicas poco propicias y para colmo hace unos días terminó barrido en la primera ronda de elecciones para candidato del PAN por un contrincante al que no tuvo la delicadeza de tomarlo en serio sino hasta que la ola se lo llevó. Como dice una prima mía (que apenas tiene 3 añitos): malo, malo, malo, malo.

APUNTE PERSONAL
Hermana del otro lado del espejo: lo quieres todo, pero la verdad es que no todo se puede en la vida. Es una lección dura pero es mejor que la aprendas tan rápido como te sea posible y con ella puedas salir de tu marasmo.

APUNTE PERSONAL 2
Y te vas justo el día en que naciste, que por cierto fue un día muy telúrico. Dejas más cosas que un pedazo de tierra. No lo sabré mejor, pero al menos podré decir que algunas palabras han viajado junto con ciertas imágenes y que a las alas del avión debes agregarle las alas con las que te acompañaré sin que las veas en la próxima estación de tu viacrucis.

Sunday, September 11, 2005

NUEVA ORLEANS: SUEÑO SUMERGIDO

La cobertura que los medios de comunicación han hecho de la tragedia causada por el huracan Katrina no puede ser calificada menos que exahustiva. Canales de televisión, revistas y periódicos han registrado virtualmente cada segundo de la tragedia (por no mencionar los enlaces casi permanentes que los canales de televisión han realizado sobre el tema). Internet se ha revelado (una vez más) como el medio que cambió la percepción del hecho, creando un canal en tiempo real donde algunos de los protagonistas de la noticia podían colocar sus impresiones a medida que el huracán les pasaba por encima de la cabeza y sobre todo, cuando la dimensión de las dificultades tomó las dimensiones trágicas que ahora atestiguamos.

No comprendo cómo ni por qué Nueva Orleáns terminó siendo una ciudad bajo el agua. Sin embargo, dadas las características particulares de la Ciudad de México, no se me hace imposible que haya llegado la ciudad a tener que sobrevivir debajo del nivel del mar. Sin embargo, es aquí donde entra mi reflexión. La lucha entre el hombre y la naturaleza no es nueva. Desde que el ser humano prendió su primera hoguera (y que más tarde incendiara su primer bosque) fue el disparo de arranque de una lucha que los seres humanos hemos establecido permanentemente con el entorno. Las más de las veces nos hemos alzado victoriosos alterando paisajes, domando ríos, creando tierra donde antes había mar y (cómo no) modificando la demografía de la vida en el planeta.

Sin embargo, la Tierra se guarda las cicatrices y espera paciente a cobrar facturas. En la Ciudad de México (baste decirlo) la domesticación del Lago de Texcoco terminó por crear un monstruo urbano que vive sediento dos terceras partes del año y el otro bajo la amenaza de que el fantasma del lago venga a reclamar lo que le pertenece. Esto sin contar los terremotos y las molestias logísticas de crear un ente urbano de casi dos docenas de millones de habitantes y que se encuentra en la cima de un altiplano lejos del mar y de casi cualquier otra cosa que valga la pena.

Y así sucede en casi todas partes del mundo. Donde no hay ríos que se vuelven caudalosos hay cerros que se desgajan; donde no hay huracanes hay tornados, inviernos crudísimos o veranos candentes. Incluso cuando la naturaleza es pródiga vienen otros problemas: infecciones, insectos atormentadores, suelos blandos, más enfermedades y la misma abundancia que suele hacer de sus habitantes personas dominadas por el sopor y la abulia. En el caso de las ciudades costeras las calamidades por agua no necesitan grandes poderes de la imaginación: marejadas y huracanes.

Desafortunadamente a los humanos se nos olvida tal detalle. Solemos hacer las cosas sin pensar que la naturaleza tiene más poder que todos los humanos juntos, y lo más peligroso: que esto puede suceder en cualquier momento. Hasta donde las noticias me alcanzan, la tragedia de Nueva Orleáns fue que (por las razones que fuera) bajaron la guardia ante los cuerpos de agua de los que son vecinos. En la idea de que las defensas construidas bastarían para defender la ciudad, dejaron que las cosas llegaran a donde llegaron y que un huracán les pasara por encima, con una marejada que se estima en más de 3 metros de altura y para la que no hubo dique capaz de contener.

Pero este fue tan sólo el primer acto del drama. Lo peor vino cuando el huracán dejó al descubierto algo que al menos ya desde los tiempos del escritor Upton Sinclair estaba claro: que existen dos naciones que se hacen llamar Estados Unidos. Una es la nación opulenta que todos conocen y la otra es una nación de pobres que no tienen dinero, ya no digamos que para comprarse un coche; que no pudieron siquiera comprar un boleto de autobús que los sacara de allí. Esa es quizá la peor tragedia ya que, la naturaleza es imprevisible, pero la sociedad no.

Así las cosas, la tragedia ha abierto ventanas involuntarias a mundos que los mismos gringos se negaban a ver. Pero no sólo eso. Para los miles de inmigrantes a la pesadilla del huracán se le une la desgracia de perder la fuente de trabajo y sobre todo, el desamparo de no poder siquiera recurrir al auxilio de las autoridades por el temor a ser denunciados y deportados. Quizá la diáspora más grande de los Estados Unidos se ha desatado y dada la profundidad del daño y la duración estimada, es de esperarse que al menos la sociedad gringa comience a cuestionarse seriamente hacia dónde va y lo que debe hacer consigo misma en los años por venir.

APUNTE POLITICO
Hace 4 años a estas horas de la madrugada el mundo vivía quizá las últimas horas de tranquilidad de la era Post Guerra Fría. Con los festejos por el cambio de milenio apenas concluyendo, Occidente se preparaba para iniciar un siglo de luces y optimismo para enfrentar los grandes problemas del mundo. Sin embargo, en un cuarto de motel barato un grupo de fanáticos radicales se preparaban para darle a la historia uno de los giros más radicales jamás vistos. Es impresionante cómo la acción de unas cuantas personas tendría a la postre tantas consecuencias para el mundo de hoy. Pero recordemos por lo menos esa madrugada del 11 de septiembre porque fue la última en la que el mundo pudo al menos soñar con un futuro diferente.

Saturday, September 10, 2005

LLAMADAS ESQUIZOFRENICAS

En un principio en mi casa no había teléfono. Cuando era niño viví en departamentos donde ni siquiera contemplábamos la posibilidad de tener uno de esos aparatitos. Además, en aquellas épocas la posesión de un teléfono era reservada para personas con buenas palancas o parientes en la empresa telefónica. Para quienes adquirieron razón en los últimos 15 años me permitiré contarles una breve historia de terror. Tener una línea telefónica involucraba esfuerzos titánicos para la obtención de la línea debido a que la empresa (en aquel entonces en manos del Estado) le parecía poco edificante que sus ciudadanos desperdiciaran un recurso tan valioso como el espectro radioeléctrico en conversaciones inútiles. Como resultado de esta política, obtener una línea de teléfono podía convertirse en tarea de varios años, amén de que, como el teléfono era propiedad de los mexicanos, los peticionarios se veían en la obligación de adquirir acciones de Telmex para compartir el júbilo y la responsabilidad de tener un teléfono en casa.

Cerrando el paréntesis, resultó que desde hace 14 años (los que tengo viviendo en mi casa) tuvimos una línea de teléfono en casa. Una serie de coincidencias felices (entre las que se encontraba la expansión económica, la nueva administración de Telmex y que mi padre hubiera ascendido de puesto) hicieron que apareciera la línea telefónica en casa. Dado que durante buena parte de nuestras vidas el teléfono era sólo una cosa que de vez en cuando aparecía en una caseta madreada y semiquemada, el teléfono fue cosa más o menos similar a un adorno más en la salita de estar.

Pasaron los años, mi hermana comenzó a usar el teléfono para hablar con amigas y pretendientes. Yo me hice adicto al Internet (en aquellos años solamente podía accesarse por línea telefónica) y al fin hubo un uso constante de la línea.

Corte al díá presente y a un tipo (yo) con diálogo más o menos al siguiente tenor.

– ¿Bueno?
– Se encuentra *^*%$#$^ (es decir, alguien de mi familia)
– NO
– ¿No sabe cuándo regresará?
– Ya no vive aquí
– ¿No tiene idea de dónde lo podría localizar?
– NO
– Estamos hablando de la empresa __________ (colocar el nombre de algún banco, agencia de seguros, empresa de opinión pública, etc.) para ___________ (colocar cosas como "hacerle algunas preguntas", "ofrecerle un nuevo producto crediticio", "informarle que se ha hecho acreedor a un viaje a las Islas Marianas").
– Lo siento, no hay nadie.
– Uhmmmm, ¿con quién tengo el gusto?
– Con **$*_&%*%&%&^ (es decir, yo)
– ¿No le interesaría ________ (colocar cosas como "responder algunas preguntas", "conocer nuestro nuevo producto crediticio", "hacerse acreedor a un viaje a las Islas Marianas")?
– EN TONO IMPACIENTE: NO
– ¿Por qué?
– NO ME INTERESA
– ¿Por qué?
– NO ME INTERESA
– ¿Y no sabe a qué horas puedo encontrar a *^*%$#$^ (es decir, alguien de mi familia)?
– NO
– ¿Y no hay nadie más que _______ (colocar cosas como "quisiera responder algunas preguntas", "se anime a conocer nuestro nuevo producto crediticio", "le gustaría hacerse acreedor a un viaje a las Islas Marianas")?
– NO Y BUENAS TARDES
– click

No sé si esto signifique una evolución, pero lo cierto es que de un tiempo acá, todas las llamadas que entran a la línea de mi casa son de este estilo. Ya no me llaman para contarme chismes, hacerme confesiones o siquiera para pedirme favores. Eso o que un personero automático del Sr. Slim me marque para decirme que tengo que pagar el adeudo. Las llamadas que me importan ahora entran por teléfono celular y los chismes me llegan por mail. Mi conexión de red ya no usa línea telefónica (soy de los exóticos que tienen una conexión vía microondas) y como suelo ser el único residente de mi casa, la línea se ha vuelto a quedar vacía.

Cosas de la tecnología.

COMENTARIO POLITICO
Lo prometieron y lo cumplieron. Los precandidatos del PAN se dedicaron en el debate de antier jueves a jalarse las medias y a lo que un amigo mío llama acertadamente "tirar rostro". Las propuestas las mismas, las ideas las mismas y la única diferencia quizá fue la avejentada de Santiago Creel. Se veía cansado, enfermo. Su voz cascada y ronca, como si tuviera gripe. Felipe Calderón como si estuviera en la exposición final de alguna materia de la carrera: entusiasta, animoso y hasta preparado con cartelitos para la ocasión y quizá fue el único al que le pasó por la cabeza la idea de que un debate es una confrontación de ideas. Alberto Cárdenas, hosco, directo, campirano. Como tratando de emular a Vicente Fox en el estilo francote del hombre de campo, aunque lo que le salió fue una imagen quizá demasiado almidonada y una imitación burda de Chente, cuyo estilo ya es conocido de todos y por ello detestado por todos.

Thursday, September 08, 2005

COMIDA SOLTERA

Quizá nadie lo sepa (y la verdad ni yo me había dado cuenta), pero desde hace algunas semanas vivo solo. En teoría nada de consideración, pero para quienes viven en este estado de gracia y más si lo hacen de manera más o menos repentina, la cosa ha aparecido con todo tipo de inconvenientes operativos. Quizá el más importante es la cocina. La primera semana de adaptación es la semana de la comida para llevar y es repoca madre, pero haciendo cuentas y una vez que uno ya se cansó de pedir pizza cada tercer día es que viene la cosa difícil. Pese a que mi señora madre hizo lo posible para que yo pudiera aprender a cocinar, la neta es que la vida de alguien como yo, dedicado a escribir en jornadas de hasta 14 horas continuas, no puedo darme el lujo de emplear más de 45 minutos en preparar mi comida y la verdad es que, aunque me encantan las enchiladas y el pipián de espinazo de cerdo, no tengo la técnica y menos el tiempo para emular esos platillos que antaño tenía el gusto de devorar.

Lo chistoso es que no he podido encontrar en las librerías un libro decente de cocina rápida, fácil y de preferencia de microondas. Los libros que he encontrado dan por hecho que uno posee una cocina hipercompleta con hornos de rayos gamma y asadores de piedra, así como el tiempo necesario para dejar macerar una cabeza de jabalí hasta que pierda su consistencia. Ahorita estoy experimentando con la comida congelada, nada mal para llenar el buche, pero la cantidad de glutamato monosódico, sal y otros "elevadores del gusto" dejan sensaciones extrañas en el paladar, las verduras congeladas no van mal, pero aún no le atino a la forma de que no queden demasiado blandas.

En fin, si alguien sabe de un libro donde pueda encontrar una cocina factible en microondas para solteros (y dije factible), se agradecerá sinceramente. Ya les contaré del resto de mis peleas con la casa y sus empeños.

NOTA POLITICA
Mañana comienza el jaripero político en forma con el debate entre los grises precandidatos del PAN a la candidatura por la presidencia de la república. De antemano pasan frente a mi mente imágenes de grisura de tres tipos que seguramente (como buenos caballeros que son) evitarán hacer cualquier cosa que parezca una confrontación de verdad. Quizá lo más agresivo que veamos sea el intercambio de pañuelazos entre los candidatos, quienes segura y gustosamente se comportarán como todos unos hombrecitos. ¿De dónde habré sacado eso?

NOTA PERSONAL
Hermana del otro lado del espejo:
Fuerza para flotar / energía para nadar / ojos para mirar el otro lado del mar / despacio, una brazada a la vez.

Monday, September 05, 2005

GAJES DEL OFICIO

Creo que jamás he hablado de la naturaleza de mi profesión. Desde que en 2001 dejé atrás mi antiguo trabajo como empleado de oficina, muchas cosas cambiaron. No sólo cambié la forma en la que me gano el sueldo. También adquirí las responsabilidades y las consecuencias de dedicarme a esta profesión. Gracias a ella he conocido cosas de las que no tenía idea, al tiempo que he podido viajar y conocer otras partes del mundo. Además por el periodismo he podido dedicarme a eso a lo que siempre quise y de lo que tuve conciencia desde adolescente que deseaba hacer: escribir.

Sin embargo, como en las historias de superhéroes, no hay poder sin precio a pagar. Rozando la media década al servicio del periodismo, me di cuenta (platicando anoche con un amigo que trabaja en las bregas de la letra impresa, que hay algo que se deja a cambio. La estabilidad emocional.

Pareciera una exageración; al fin y al cabo el periodismo es un trabajo que no requiere votos de celibato o en el que sea necesario aislarse del mundo por meses, como lo hacen los marinos o los soldados en campaña. Sin embargo, después de analizar la situación cuidadosamente, los periodistas somos personas obsesionadas con la realidad, sujetas a la inestabilidad de trabajar hoy, mañana pasado mañana también. Trabajar como periodista es un placer, claro que lo es, pero también es una forma de vida y una esposa celosa. Ya lo dice un gran maestro de periodistas (Ryszard Kapuscinski) "no es un trabajo donde uno pueda cerrar la oficina a las 5 de la tarde e irse a casa". Vivir hurgándole las hendiduras al mundo es un trabajo de tiempo completo, pero además es una obsesión que vive permanentemente dentro de uno. La vida en este negocio, para colmo, es un desastre para la vida personal.

Entre tragos de cerveza Indio (y la raza punk bailando slam con música rockabilly) mi amigo y yo llegamos a la conclusión de que esto del periodismo nos condena en cierto sentido a la soledad. Al revés de la gente que huye del mundo cuando se le prende fuego, nosotros viajamos constantemente al centro del huracán en la búsqueda permanente de caminos que nos permitan comprender lo que sucede. Como consecuencia, el resto de la gente nos mira como bichos raros y lo peor es quecuando el amor toca la puerta, el destino es incierto, y al menos en lo que se refiere al gremio, negativo.

No es raro por ello que los periodistas vivamos siempre en la soledad emocional. Quizá no sea en todos los casos verdad o en mayor medida que para otras profesiones (un censo en este tema no caería nada mal), pero el hecho es que vivimos al borde del fracaso, en el filo del colapso, y en los bordes de la existencia. No quiero ahuyentar a los noveles periodistas, pero, aunado a los problemas de la vida austera del periodista, se encuentra este otro problema. Y aunque los libros no lo mencionen, vivir de la realidad es ser parte de la realidad, y en el sentido católico de la palabra. Quizá debemos redimir por ello nuestras desgracias.

Friday, September 02, 2005

INFORME DESAFORADO

Pues amigos, resultó que el quinto informe de gobierno vino y se fue. Con el paso de los años y la administración de Vicente Fox, la ceremonia (que de acuerdo con el sapientísimo Lorenzo Meyer nació con el país mismo) se ha convertido en un extraño espectáculo que roza las fronteras del performance.

Por un lado la apariencia de que el informe es una rendición de cuentas (donde no se rinde cuenta de nada pues los datos sólo se ven en forma de un atemorizante mamotreto que se le entrega al mandamás de la Cámara de Diputado); luego pasando por el almidonado protocolo donde se le acompaña al presidente desde su despacho en Palacio Nacional una comitiva de pránganas diputados para que le hagan casita mientras llega al Palacio Legislativo y luego lo despidan como si fuera niño de teta (¿no que ya estábamos en tiempos republicanos?)

Luego la escenografía. Por un lado el tlatoánico edificio de la Cámara de Diputados que se me hace una lápida aplastante cuyo mensaje es "aquí el ciudadano nos la pela" y el interior del Salón de Sesiones que tiene también un gusto faraónico como altar barroco donde en lugar de Niño de Atocha tenemos al Señor Presidente.

Finalmente, la puesta en escena. Por un lado (y como a 5 metros por encima de todo) el presidente, echando su mensaje político donde se untaba generosamente con mermelada de lengua y por debajo los diputados, festivos y albureros arrojando mentadas, paseando carteles como si fueran las edecanes que salen entre los rounds del box y paseando fetiches inflables.

La imagen que me viene a la mente es la de los teatros europeos del siglo XVIII en cuyos palcos la aristocracia se polveaba la nariz para ver a los actores mientras que a nivel de suelo la plebe hacía hogueras para calentar los bocadillos llevados al foro.

La extraña ceremonia del informe ya no sirve para nada. No sirve por las reminiscencias de tiempos despóticos que no se pueden repetir. La vitrina creada "ex profeso" para el lucimiento de la figura presidencial se ha vuelto un juego de feria donde los diputados desquitan el sueldo haciendo la chocarrería más llamativa y lanzando la majadería más sonora.

En realidad a la nación le vale madre el "mensaje político" del presidente. Si a la gente no le interesaba en los tiempos cuando se daba detalle de cada cosa que el gobierno había hecho ("plantamos arbolitos nuevos en Paseo de la Reforma"), menos ahora cuando lo que el presidente regurgita es una catálogo de buenas intenciones, de regaños más o menos contenidos y de una suerte de autoterapia donde se justifica de los errores al tenor de que la oposición es la culera.

Ojalá maten esta ceremonia y la vuelvan algo útil o de plano que ya no la reemplacen con nada. Sería más sano para todos si todos siguiéramos nuestra vida cotidiana sin la intervención de los políticos en un día como el 1 de septiembre. Que para jodernos tienen muy bien repartido el calendario.

Así sea.