Pues bien, una vez más la tormenta laboral se me vino encima. Interesante porque ha sido una de las semanas más movidas en lo que va del año. Así que vamos por partes.
VISITOR B
Existe una película japonesa de un director bastante extraño (y para algunos bastante enfermo) llamado Takashi Miike, llamada Visitor Q, donde un hombre frustrado por no lograr sus sueños se lanza a la tarea de videofilmar su desgraciada vida... o algo así. El asunto es que GWB (me da hueva escribir la cosa completa) vino a México, comió comida típica, se subió a unas pirámides; se relajó el muchacho. Para acto seguido largarse a su tierra.
En realidad (y todos lo sabíamos) esta reunión no tenía ni un propósito específico (más que presentar a dos presidentes y que compartieran el panucho y el licor de anís con miel) ni un resultado previsible. Sirvió para que el presidente Felipe Calderón pusiera cara de serio y pudiera decir que México no se alinea con Estados Unidos, ni con Venezuela... pero que por favor, nos den chance de pasar a cortarles el pasto. Nada inédito.
Quizá lo único que se puede decir es que estas (y en general casi cualquier reunión de jefes de estado) se está volviendo un dolor de cabeza para los países anfitriones. Los despliegues de seguridad se asemejan cada vez más a tomas "manu militari", sin contar las tremendas molestias que acarrea la llegada de contingentes altermundistas donde lo mismo se mezclan fanáticos de la redención espiritual que anarquistas puros y duros que lo que van a hacer es tratar de romper todo lo que huela a trasnacional, aunque lo único trasnacional en muchos de esos establecimientos sea el nombre.
Lo peor (y en esto me uno a las quejas generales), es que estas reuniones (así como cualquier reunión del Grupo de Río, del Grupo de los 3, del Movimiento de los No Alineados, de la OCDE, del FMI, del BM y de cualquier convención pagada con dineros de contribuyentes) no acarrean más que altas facturas que van desde los guaruras hasta los recuerditos que las primeras damas adquieren candorosamente de aborígenes debidamente aleccionadas. Por favor, ¿alguien puede informarles a los jefes de estado que ya existen videoconferencias, Skype, correo electrónico, fax, teléfono y hasta correo postal?
Gracias
UNIONES GAY: POR ASALTO AL COTIDIANO CIELO
Desde que uno de los cantantes de RBD (un tal Christian, me parece) salió del closet acicateado por la revelación de fotografías de una boda que habría sostenido en Canadá, tenía ganas de hablar de este tema. Más cuando apenas hace unas horas la primera ceremonia de formalización de una unión de convivencia (un protomatrimonio, pues) entre dos personas del mismo sexo se llevó a cabo en el Distrito Federal.
Hay que decirlo, México es un país que en términos de moral, parece por momentos detenido en algún momento de la década de 1950, y no por la moral, sino por la hipocresía. En un mundo donde las telecomunicaciones hacen posible cualquier tipo de polígono amoroso, affair, relación sexual y todas las variantes posibles, seguimos albergando en la superficie la idea de que las mujeres deben casarse de blanco y los hombre, machos como ellos solos, deben comportarse como buen padre mexicano, es decir distantes, condimentando la lejanía con episodios ocasionales de violencia. Faltaba más chingao.
Las voces que dicen que estas nuevas uniones civiles atentan contra esa cosa nebulosa llamada valores (que dicho sea de paso son formados en la esfera personalísima de cada individuo) son, muy probablemente, las mismas voces que de día promueven la castidad y la contención ante los vicios y de noche llaman temblorosos desde cuartos de hoteles de paso para pedir les sea surtida su ración de chicas y chicos escort para retozar en el anominato.
Esas voces que hablan de la ininmutabilidad del matrimonio (u adjetivos semejantes) y se refugian en vericuetos morales y religiosos (que además obligan su cumplimiento a no creyentes, agnósticos y practicantes de otras fes) son las que fomentan la ignorancia sobre el mundo bajo el pretexto de la protección de las mentes inocentes; ignorancia que con el tiempo (como dice el maestro Fernando Savater) se convierte en fermento de odios al diferente. Al gay, pero también al extranjero, al indígena y al anciano, pues resulta que los mexicanos nos sentimos incómodos hasta con los extranjeros que se supone tanto admiramos.
O acaso, ¿te gustaría tener una familia de vietnamitas como vecinos?, ¿qué tal una pareja de salvadoreños?, mejor aún, ¿un grupo de mojados afganos?
Esas voces (que se hacen portavoces de lo eterno) son las que no dudan en emplear la violencia contra sus parejas y contra sus hijos argumentando el sacrosanto derecho a la privacidad del hogar familiar (privacidad que le niegan a quienes no son como ellos). Yo los ví, durante la mitad de mi vida estudié en escuelas católicas y los conocí: a sus hijos y a sus padres.
Y finalmente, hasta donde yo se, no hacen descuentos en los impuestos por tener preferencias sexuales heterodoxas en abono de los derechos inejercible (como es la unión de pareja). Así que, ¿por qué negar a todos el derecho de cultivar su propio cielo y su propio purgatorio? Al fin y al cabo la libertad es una y es para todos. Ese sí que es un valor universal. Lo demás son tratar de pintar la piña de manzana.
Felicidades a los unidos... y que la cotidianidad no los separe.
KSM: YO EL PEOR DE TODOS
Pues bien, el pájaro cantó. KSM (mejor conocido como Khalid Sheikh Mohammed) desde las profundidades de la cárcel de Guantánamo confesó ser la mente detrás de los atentados del 11 de septiembre de 2001... y de una increíble lista de 31 acciones terroristas contra occidente que van desde los mencionados atentados, pasando por la Operación Bojinka (que consistió en intentar volar en vuelo una docena de aviones con rumbo a los Estados Unidos), intentos de destruir centrales nucleares, un intento de asesinato del Papa Juan Pablo II en Filipinas, destruir barcos en el Golfo Pérsico... y del asesinato del periodista Daniel Pearl (asesinado y decapitado en video).
Esto suena muy revelador... quizá tanto que nadie lo cree.
Un hombre sometido a los rigores de la cárcel de máxima seguridad de Guantánamo que confiesa de un día a otro ser el responsable de casi cualquier acto terrorista desde la década de 1990 es algo improbable. No porque el hombre sea incapaz de planear algo así... sino que pondría de manifiesto la inmensa capacidad de los terroristas para recuperarse de haber perdido una mente maestra de tan gran calado. Peor aún, lo que salga de la boca de KSM seguramente pasó por las manos de todo el aparato de inteligencia gringo, lo que le quita... espontaneidad, a la confesión.
En fin. Si de algo les sirvió la confesión a los americanos. Espero les sirva para detener la violencia que les viene encima, nomás en Iraq.
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