Pues bien, era cosa de tiempo para que los bárbaros hicieran su aparición en la Ciudad de México. Sin información suficiente, se aparece temerario preveer las consecuencias de este atentado, quizá el primero que cobra una vida humana quizá desde tiempos de la Revolución Mexicana.
La violencia ha sido un arma de ndudable efectividad en las ciudades del mundo. Desde que a principios del siglo XX ocurrió el primer atentado dinamitero en Nueva York, la historia de las ciudades y el terrorismo ha estado muy relacionada.
Y la Ciudad de México ahora es territorio abierto a la violencia. Lo que preocupa es que ni la infraestructura de la ciudad, ni los servicios de seguridad parecen estar plenamente conscientes de lo que podría suceder con la ciudad.
Que la divinidad nos agarre confesados.
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