Pues bien, después de mil y una me encuentro, a las siete y media de la manñana tomándome un café mocha en la mitad de ninguna parte. Bueno, de hecho me encuentro en Huixquilucan, uno de tantos municipios que rodean el núcleo central de la Ciudad de México.
¿Qué hago aquí? Pues en realidad trabajando. De hecho me encuentro a la espera de que llegue el staff de televisión con quien voy a trabajar el día de hoy.
Sin embargo, en esa espera es que me he dado con la coincidencia extraña de conocer una de las zonas de la ciudad que tenía por desconocida. Esta zona, llega de enormes edificios de departamentos y terrenos a la venta por todas partes se suponía que sería el tema para un artículo que me propusieron pero que, cosa rara, preferí declinar.
Y tuve mis buenas razones, la zona queda lejos lejos lejos de mi casa y de la ciudad central, por lo que me hubiera gastado una fortuna llegando hasta acá. Por otro lado, tratar con desarrolladores habitacionales es un desmadre, amén de que el gobierno municipal (y eso se nota a leguas) se encuentra metido hasta la cocina en una feria de especulación inmobiliaria y seguramente eso hubiera complicado mi trabajo hasta lo indecible, de hecho ahorita me encuentro trabajando el tema de otro municipio y tras meses de trabajo me encuentro con que la información que requiero aún no me la pueden proporcionar.
Pero eso no es nuevo para mí, de hecho a pocos kilómetros de mi propia casa están haciendo una operación similar de urbanización de terrenos que en otras condiciones solamente pudieron haber sido aprovechados como pastizales.
En fin, y hablando de aislamientos...
Leyendo un volumen de las memorias de Lev Tolstoi me encuentro con que buena parte de su vida transcurrió en un lugar denominado Yasnaia Poliana, un lugar a algunos cientos de kilómetros de Moscú. Y ahora que lo pienso, eso en nada demeritó su obra. Algunos amigos me han comentado que vivo lehjos de todo, que vivo en una zona donde no pasa nada. Sin embargo, creo que estoy mucho más feliz en el aislamientio de mi propia Yasnaia Poliana que embutido en un edificio de departamentos como cualquier otro de la urbe. Sé que es un equilibrio difícil de mantener, pero estamos haciendo la lucha.
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