- Ah el debate petrolero. Enredo de debate. Me da risa sólo de pensar en la cantidad de horas que se emplearon en esta esterilidad. De pena quienes acuden a las cicatrices de la historia para señalar que los malosos imperialistas no deben penetrar el blando cuerpo de la patria. Si así fuera no tendríamos relaciones diplomáticas con España, Francia, Estados Unidos... y de paso con Tlaxcala por apoyar a los conquistadores.
Pero el gobierno, a mi juicio, no sale indemne. Su vaguedad en proporcionar información clara y sólida; el uso de un negociador como Juan Camilo Mouriño quien ha perdido toda credibilidad al tener una familia involucrada en el tema. Platicando en una conferencia de prensa con un colega, le decía mi sentir sobre el asunto: Calderón hizo una apuesta demasiado fuerte cuando no tenía una certeza de que iba a lograr lo que deseaba. Quizá en un principio era una buena idea, pero ahora se ha convertido en un equivalente legislativo de las grandes batallas del Somme donde se perdieron cientos de miles de vidas para que las líneas se movieran apenas unas decenas de metros.
- La violencia del país. Horror y terror. Zonas del país convertidas en zonas de guerra. Nadie puede predecir cuándo terminará esto. Hay columnistas que señalan que esto es un avance, que la matazón sólo indica que los malos van perdiendo poder y por eso el país se envuelve en una ola de fuego. Yo no se que pensar realmente. Es verdad que tanto muerto no puede menos que erosionar la capacidad de respuesta de los criminales al perder mandos y enlaces. Sin embargo, lo que va a quedar es un caos del que no queda claro quién va a salir ganando. Es obvio que el Estado tiene la ley de su lado, pero por el momento parece que las autoridades sólo llegan a recoger muertos y cabezas.
- Simcult: Desde que leí por primera vez este concepto me llenó de certidumbre. Ahora se que desde la disociación, es lo que existe. El plano de la realidad fáctica de todos los días y el plano de lo inventado. Un plano que sólo es posible gracias a la tecnología. Un mundo creado por tránsfugas que se reunen sin verse, que discuten sin hablarse y que se muestran sin revelarse.
Esa es la vida de este siglo, de esta hora. Cuando pienso que una persona debe radicar en el espacio de su piel es que siento que no comprende el espíritu de la hora. Como dicen en japonés:
kuki yomenai
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