A donde quiera
Es lo que nos queda
Después
de que la marea
se llevó tus huellas
y todas las estrellas
Yo sé que nunca te dije
cuanto te quise
te puse una bomba en la mano
te puse un cañón en la frente
No importa
tengo tus manos guardadas.
No importa
después de ti ya no hay nada.
.... Y tus labios tibios, tus manos delgadas, 100 metros de Av. Madero. Un abrazo entre arrepujones. Tu estilizada figura tras Bellas Artes como fondo.
Cioran tenía razón: ¿por qué dejar que nuestras penurias ocurran bajo un decorado cualquiera?
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