La vida de un tipo que se hace llamar periodista en el México de la primera década del siglo XXI. Y un hombre de letras, según.
Wednesday, September 30, 2009
LA VIDA SIN TI 2
Si ya estaba reservando en el st regis.
Con eso nos vamos a volar unas rentas pero neta, el hotel esta biem chido, te atienden a cuerpo de rey y tiene una terrazas para leer mirando el atardecer que estan de bolas.
Y Sayulita... Estee, como que el pueblo esta medio rustico. No hay wifi y lo mas que sirven son chelas.
No niña, ya se que te gustan los lugares asi. Si, ya te conocia con esos gustos pero mira, lo que podemos hacer es quedarnos en el st regis y el dia nos lo pasamoa en Sayulita, pa que te enseñen a surfear y te hagan las trencitas, aunque si me lo preguntas, no hay necesidad.
Me gustas con tu cabello suelto.
DETALLES
No podría dudarlo ni afirmarlo. Al fin y al cabo el resultado ha sido el mismo de ominoso.
Y como me lo temía. Drogas.
¿Metamfetaminas?, ¿MDMA?, ¿cocaína? Qué sustancia pudo haber despertado la furia de tu asesino. No imagino que exista algo que tenga la capacidad de volver un animal salvaje a un hombre.
Por eso no me creo eso de que agrediste a alguien. ¡Eras vegetariana chingao!
Marihuana, era lo único que te conocía. Pero estos inventarios ya son superfluos. En mi oficio dicen que no existen los inocentes. Pero si algún error cometiste, allí lo pagaste, en un juicio sumarísimo, sin derecho a apelación.
Ojalá haya sido cierto lo que dicen, que al final de la vida uno ve un túnel de luz. Ojala lo hayas visto y aunque no creías en Dios, que tus ojos hubieran abandonado el mundo sintiendo otra cosa que no fuera el pánico de saberte moribunda.
Pero eso también, ya es superfluo.
Tuesday, September 29, 2009
UNA ROLA PARA EMPEZAR A DECIRTE ADIOS
Ella estaba sentada
en un jardín de sopor
sentada sobre la nada
viendo fantasmas de amor
con los dedos amarillos
por los cigarrillos
y excesos de ron.
Cruzan mi mente solares
solares baldíos de amor.
Ella se mece en su hamaca
enredada en el tiempo
con la mirada ya flaca
por quien nunca regresó.
"A ver quién atina
a los vasos de ron".
solares baldíos de amor.
solares baldíos de amor.
Es un cometa la imagen
es un mapa de vapor;
"voy por cigarros" le dijo;
se puso el sombrero
y jamas regresó.
"Ya no arañe las nubes",
le recetó algún doctor,
pero ella estruja lugares
que dan a solares
baldíos de amor.
Fue a sacudir al tendero
al policía y al dolor
pero de aquel paradero
sólo silencio encontró.
de algún enemigo
con el odio a flor.
Era en su vida solares
solares baldíos de amor.
Supo de alguien que sabía
adivinar el color
y en un teléfono viejo
ella escupió su dolor.
le dijo un lejano
interlocutor.
solares baldíos de amor.
ROJAS FLORES
Asimetría de la muerte, diría algún artista.
Los detalles se suceden con velocidad asombrosa. Sólo era cosa de rascar un poco al cerro de información que corre por mis ojos. Los tabloides de ese día lo consignaron como un hecho menor, debajo del ecoasesino del Metro Balderas, quien se llevó los reflectores y la ración diaria de horror que nos toca como habitantes de esta megaciudad.
Un puñado de párrafos, en el estilo policial de costumbre. Dos novios, peleando, se sacan los cuchillos y me imagino que entre gritos, se suceden las tajadas. Los gritos de los vecinos y llega la policía a recoger herido y cadáver.
Y así termina la cosa.
Es esa la flor que muestra el periódico.
Otra flor, roja por coincidencia, es la que quiero recordar.
Antes del amanecer, caminé hacia la playa. El fulgor del alba aún no se hacía presente. Caminé sin ver donde pisaba (y por ello tengo una rodilla dolorida). Pero al llegar al océano, me sentí confortado. El sonido de las rocas era una voz que me hablaba desde una zona que no conocía y que mis padres imaginan como la vida ultraterrena.
Tomé mi flor entre las manos. Cerré los ojos y la lancé con todas mis fuerzas al mar. Una ola se la llevó, con suavidad.
Y así, junté mis manos, y en un acto que nunca había hecho desde que era infante, comencé a orar.
Padre nuestro
Que estás en el cielo...
Oré, mirando al mar, hasta que amaneció y la claridad me mostró que la flor roja se había ido. Pero el sol del amanecer me hizo pensar en los días buenos que vivimos juntos, en las flores que le llevé en vida.
En la ocasión cuando me pidió que le compusiera un poema.
Cuando bailamos danzón una tarde de domingo, rodeados por viejitos amables.
Cuando le robé un beso, antes de que se fuera a su primer exilio a Panamá.
Cuando regresó y tomamos café en el Palacio de Bellas Artes por horas deleitosas de saber que estaba viva.
Cuando me dijo, una noche lluviosa, que se sentía segura conmigo.
Cuando me preguntó que quería para mi cumpleaños.
Cuando, tomados del brazo, caminamos por Altavista, una tarde de verano.
Cuando se quitaba la cinta del cabello para ver una película.
Cuando estuviste viva, conmigo.
Tuyo es el reino, el poder y la gloria por siempre Señor. Amen
CARTA AL ASESINO
Nunca tuve el gusto de mirarte. Jamás trabé palabras contigo. El jazz, el teatro y las motos. Esas pasiones tu las inoculaste en ella. Y al final tu te quedaste con mi niña, hoy muerta. No es que lo supiera de antemano, pero yo sólo podría haberle comprado un modelo a escala de una moto y eso era lo que pensaba hacer una vez que me lo dijo.
No podía hacer más nada. Tu tenías mano ganadora. La conocías, estabas cerca de ella. Era natural que su amor se dirigiera a ti, fuerte y con mirada segura. Era una cosa de tiempo nada más. Supongo que ganaste en buena lid su afecto.
Mientras tanto yo me hundía en mi trabajo, en rumiar mi frustración, en sacar adelante mi rutina diaria, en tratar de olvidar y mantener el equilibrio delicado de la fuerza que me hacía tratar de sacarla de mi casa de una vez por todas y recordarla en todas las demás ocasiones.
Era un trabajo duro, pero quería pensar que ella, en manos de sí misma o de alguien más, podría hallar eso que buscaba, eso que no pude darle y eso que con fiereza intentaba descifrar, el secreto que la podría mantener en el mundo y hacerla olvidar las lúgrubres sombras del abandono de sí misma.
Supongo que en ti lo halló. Eso estuvo bien. Y con eso pudo haber sido el final de todo el asunto. Como muchos romances que terminan así, podría haber seguido mi vida, suspirando por los buenos momentos y colocando una cortina sobre lo demás. Tratando de no mirar y dar por sentado que ella habría encontrado una vida coherente consigo misma, concordante con su anhelo de rondar por el mundo, de darle vida a sus cuentos y poemas, a sus fundamentales.
Pero ahora que está muerta y que tu la mataste. ¿Valdría la pena maldecirte?, ¿significará algo insultarte por haberme destruido las migas de felicidad que quedaron luego de todo?, ¿tendrá algún significado buscar en tu mirada las razones que te llevaron a herirla de muerte?
¿Será útil indagar los últimos momentos de tu vida en pareja con ella? Yo sólo soy un convidado de piedra a tu festín de fuga. No me tocará conocer quién eres, sólo lo que los periódicos vayan desgranando a medida que pase el tiempo y quizá unos segundos de fama que involuntariamente te ganarás al aparecer tu nombre en hojas y menciones al aire.
Pero sábete que tu homicidio fue múltiple. Mataste a personas desconocidas que caminan a tu lado, que no se fijan en tu nombre ni en tu estatura ni en tu voz ni en lo que haces ahora que cargas con el crimen a cuestas. Pero lo hiciste. Tu crimen se ha multiplicado, por una, dos o más veces, las de aquellos que mi niña tocó y quienes ya no la mirarán en los pasillos de la facultad o en las aceras de Avenida Insurgentes.
Y ahora tengo un exquisito pedazo de brillante tristeza, cortesía de tu acto infame. No se lo compartiré a nadie y me lo tragaré como me tragué los seis años de amor que sentí por ella sin que nadie lo imaginara ni lo supiera. Beberé pacientemente de esta hiel, hoy y todos los días del resto de mi vida, al menos hasta que me entere que has topado con pared.
No se si en tu furia querías deshacerte de ella. Pero ahora uniste más que nunca su vida a la tuya. Uniste mi propia vida a la tuya. Uniste más vidas a la tuya. Ahora somos muchos los que te acompañaremos, sea en tus islas de libertad o en el pozo de la reclusión, consecuencia del acto realizado.
Y no lo digo con satisfacción. Lo hecho ha sido concluido y ahora, no hay forma de volver los pasos.
Mataste a la persona que más quise en esta vida.
Nada más.
Monday, September 28, 2009
LA VIDA SIN TI. 1
Ahora, en un aeropuerto de la ciudad de México es que me encuento, pensando larga y profusamente. El duelo está en suspensión, quizá permanente. Ahora no sé bien a bien lo que es apropiado sentir. Me siento rebasado por las emociones, rebasado por la impotencia de no haberte podido salvar de los abismos hacia los que te precipitabas y del desapego que sentías por el mundo.
Quisiera pensar en los momentos que me hubiera encantado vivir a tu lado.
Despertar junto a tu cabello, y pasar una mano por él para que te despertaras. Preparando una taza de café mientras mirabas por la ventana el tráfico de la mañana. Mirarte tomar un libro de nuestra biblioteca (es decir, libros amontonados por todos lados) mientras, en pijama leías un poema más antes de sentarte a la mesa y comer ese omelette de espinacas que luego de múltiples intentos echados a perder, finalmente habría aprendido a preparar y a que violaran tu propio vegetarianismo.
Leer los correos electrónicos en pijama, mientras te bañabas y preparabas para ir a dar tu clase de etimologías en la preparatoria. Mirarte a los ojos antes de que cierres la puerta de nuestro departamento, escuchar cómo corres a tomar el microbús, mientras comienzo mi ronda de llamadas por el mundo mundano que siempre te ha parecido extraño por capitalista y poco dado a la lucha, pero es el lugar donde yo puedo vivir, no puedo hacer nada al respecto, más que ganarme el pan de cada día para que puedas ir a tus seminarios y clases de feminismo en busca de causas perdidas.
Causas perdidas que te traen exahusta a la casa con la noche encima. Y allí en la sala me encuentro, terminando el enésimo reportaje de la temporada, esperando los últimos teclazos. Pero es el tiempo para que te quites la chamarra y la avientes sobre el sofá de segunda mano que de tan usado nos parece mullido.
Y mientras pensamos si lo que quieres es cenar en casa o pedir algo a la calle, cierro la computador y miro tu silueta delgada recortada contra la llovizna de esta tarde de otoño. Pienso en el momento en el que pensé que me di cuenta de que habías traspasado mi corazón para anidar en él. Ese momento, que a veces te digo luego que hacemos el amor y me abrazas, cuando te digo que me enamoré una tarde en el Palacio de Bellas artes, cuando la sombra de una estatua se proyectó sobre tu silueta y me di cuenta que eras la síntesis del dolor y de la esperanza. Era la imagen del amor que sentí por ti.
Y así terminar este día. Mirando alguna de esas películas que tanto te gustaban por complejas e indescriptibles, e imposibles de criticar. La televisión protectando luces violáceas en el sofá mientras te despierto con un beso y te digo, vamos a la cama. Pero descubro que, en la modorra del sueño, has dejado caer a Momo, el monstruo de boca siempre abierta quien, ya un poco luído por los años, se apachurra contra tu cuerpo. Afortunado él.
Afortunado yo.
Y ahora aquí, en la luz clara del aeropuerto. Pienso en que todo siempre fue una ilusión. Esto y los días que vendrán.
AHORA SOY VIUDO
Thursday, September 24, 2009
DESDOBLAMIENTO
Otra hora, apenas distinta es la que me halla aqui, esperando volver al elemento original, en compañia de lo que siempre nos ha seguido, la amistad bañada de peripecias.
Tuesday, September 22, 2009
COMENTARIO SOBRE TRES LETRAS
M: Letra que miro de soslayo. De tonalidades inesperadas. Sabor a cafe y pastillas de hierbabuena. Propia en frases esporadicas pero que no construyen nada fundamental.
A: Letra frecuente por excelencia. Plena y abierta de pronunciacion. Como llamar a un dulce color rosado. Excelente para presumir en las calles de los poemas de concurso.
P: Decirla es su sinonimo periferico. Letra que se dice con su sorpresa a cuestas. Expectativa seria la mejor forma de definirla. Propia de trabalenguas y otros enredos.
Monday, September 21, 2009
MIRA TODA ESA GENTE SOLITARIA
Saturday, September 19, 2009
EFECTO MARIPOSA
Década de 1990: Los patrones de variables climáticas comienzan a producir temporadas de lluvias anómalas, sequías prolongadas y sobre todo, el derretimiento de mantos de hielo en las cuatro esquinas del mundo.
Septiembre 18, 2009: Un hombre, al parecer afectado (material o moralmente) por el calentamiento global, frustrado al no ser recibido por las autoridades federales y de la capital de México decide hacer pintas en la estación Balderas del metro de la ciudad. Un policía le trata de detener y una balacera se desencadena.
Septiembre 18, 2009: Un soldador llamado Esteban Cervantes Barrera, habitante del municipio mexiquense de Valle de Chalco, quien se encontraba en un vagón del metro ataja al agresor e intenta someterlo, recibiendo varios impactos de bala y muriendo de un tiro en la cabeza.
Sunday, September 13, 2009
Saturday, September 12, 2009
MIEDO CEREAL
¿Como clasificar la bolsa de arroz basmati que cargo en la maleta?
MARILYN
Marilyn Monroe, ícono de la belleza, epítome de la sensualidad de una época. Pero en la imagen parece perturbada, no mira de frente a la cámara. Parece que algo dentro de ella la estuviera molestando, como si de pronte se diera cuenta de que algo era un error, un grave error.
Es una mirada que además me recuerda el gesto de alguna persona que conocí en una época del pasado: un rostro invitante, pero como si pareciera prescenciar un acto desmesurado y sin sentido.
Definitivamente, lean, busquen información sobre Richard Avedon, no lo dejen para otro día.
Wednesday, September 09, 2009
JUANITO SE ACERCA A SU TEMPLO
Tuesday, September 08, 2009
FENOMENA
Sus gritos, como los del merolico, parecen llenar todo el espacio pero en realidad ocupan la delgada franja de las horas en que son visibles.
Sus gritos sin forma y el estrepito tamborilero me hacen imaginar en alguna tribu estacionada por efecto de la mala fortuna en este valle.
Una condena mas para esta ciudad, que puede albergar milagros como el morir ahogada y de sed a la vez.