Wednesday, May 23, 2007

DE LA NECESIDAD DE UN BROWSER

Mejor dicho navegador. Bueno, el asunto es que hoy (mientras salgo de una gripe veraniega) pensaba en lo importante que se ha vuelto el tener un buen browser en la computadora.

Hace más de 10 años, cuando apenas comenzaba a navegar la red en una terminal IBM RS/6000, la única forma de navegar por la Web era invocando en el dentro de la interfase X-Windows de Unix un programa llamado Mosaic, es decir, el abuelo de todos los browsers. En ese entonces lo que mostraba la famosa web era algo básico: lo más sofisticado en gráficos eran los gifs animados, el javascript era algo desconocido y ni se diga de flash.

Así las cosas, la mayoría de los sitios web tenían por default un precioso color gris de fondo y debido a que aún los monitores eran de baja resolución, las imágenes aparecían llenas de puntitos que simulaban las transiciones de color. El correo electrónico tenía que leerse directamente desde el comando mail de Unix y los archivos de imagen tenían que ser visualizados en un programa aparte.

Ahora un browser no sólo sirve para bajar información de bibliotecas, accesar de forma más o menos gráfica servidores FTP (aún recuerdo los servidores sunet.se y cmu.edu, llenos de megas y megas de basura divertidísima) y newsgroups triple equis, que eran las cosas para las que los usaba en mis tiempos de estudiante.

Ha pasado una década y... ¿para qué necesito hoy día un browser?

Pues casi para todo: desde escribir este post, checar y leer mi correo electrónico, conocer el estado de mi cuenta bancaria, ver las noticias, escuchar estaciones de radio... y accesar de forma más o menos gráfica servidores FTP.

Checo mis hábitos de uso del browser y me encuentro con que es la primera cosa que activo en la computadora y el último programa que desactivo antes de apagar la máquina. El navegador se ha convertido en quizá el tercer programa más importante de mi vida virtual. Todo esto lo digo debido a la controversia que ha despertado en la revista Wired un artículo donde se habla de que las nuevas versiones de Firefox (el navegador alterno a Internet Explorer) se está convirtiendo en un programa pesado y difícil de usar, justamente las razones por las que se creó Firefox en contra de Internet Explorer.

No soy experto en programas computacionales, pero siento que el staff de Firefox (como me imagino del resto de los navegadores) se encuentra con un gran problema: cómo hacer que un sólo programa sirva para una serie de cosas tan distintas como ver televisión, usar un procesador de texto e incluso para editar imágenes. Si lo piensa uno con calma, estamos hablando de que la funcionalidad de hasta media docena de programas debería incluir el browser.

No sé que piensen, pero así es esto de la tecnología.

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