Nunca me deja de sorprender la capacidad en México para crear problemas de la nada. Llegando de mi jornada laboral me entero que en apenas 48 horas uno de los jugadores más conocidos del equipo Cruz Azul (Salvador Carmona) quedó suspendido de por vida del soccer nacional vía una sentencia del organismo antidopaje mundial WADA junto con el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS-CAS); que el equipo Cruz Azul había cometido un error al alinearlo en el partido de antier contra los Tigres de la UANL; que por ello había sido suspendido un partido, por lo que equipo azul había quedado eliminado de la Liguilla, cancelando de paso el partido del domingo que iba a jugar contra el Pachuca.
¿Qué hay de mexicano en este disparate?
Lo primero, la mexicanísima falta de transparencia. Aunque desde 2005 emergió la primera acusación de doping contra el jugador de marras, el equipo y la Federación Mexicana de Futbol hicieron todo lo posible por ocultar las acusaciones y luego por diluirlas. Sorprendentemente, no se ha hecho público ni el proceso seguido por WADA ni los recursos presentados por la defensa del jugador y al día de hoy nadie sabe con precisión las acusaciones concretas sobre el ahora exjugador mexicano, al menos hasta que se acaba de liberar el expediente... por parte de TAS-CAS.
Segundo, la intención de pasarse la ley por el arco del triunfo. A pesar de haber recibido desde la FIFA la orden de no meter al jugador en el partido contra Tigres, el Cruz Azul decidió poner al jugador a jugar. Quizá en la idea de que palo dado ni Dios lo quita y recurriendo a recursos legales como el juicio de amparo en un tribunal local o arguyendo barbaridades como que el futbolista no fue notificado de la sentencia en su domicilio, pensaron que podrían capotear la decisión del TAS-CAS y salvar los millones que se han perdido como consecuencia de la cancelación de uno de los juegos más jugosos del año, en términos publicitarios.
Tercero, la inopia de los mexicanos. En el reporte que TAS-CAS envía, se señala que el jugador no hizo valer los recursos que tenía a su disposición (pruebas adicionales, audiencias de descargo) y que el proceso se dejó correr, hasta que salió la sentencia y ya fue demasiando tarde para hacer algo útil al respecto.
La colusión de las autoridades: En este asunto no sólo el jugador infractor quedó en entredicho. Al mismo tiempo, el equipo médico y de entrenadores del equipo, los directivos del Cruz Azul y de la misma federación nacional de soccer trataron por todas las formas posibles de ocultar este asunto y de diluirlo. No lo hicieron cada quien por su lado, sino en una acción concertada que abarcó desde el silencio del equipo hasta la defensa de la federación para que el jugador no fuera sancionado.
¿Es o no un panorama mexicano?
1 comment:
Muy bueno tu comentario, pero merece una corrección: el Cruz Azul no jugó contra los Tigres de la UANL en la liguilla. Su partido fue el de ida contra el Pachuca, mismo que perdió 3-1 y alineó indebidamente a Chava Carmona. Por eso no se efectuará el partido de vuelta el Domingo.
Post a Comment