Technopoly: La tecnología ha alterado y altera nuestra forma de pensar mundo, pero la tecnología digital tiene algo más profundo: altera nuestra forma de aprehender el mundo (sí, es una palabra rara pero existe y quien le entienda sabe de lo que hablo). Con su lenguaje seductor e icónico, destruye nuestra capacidad de comprender lo abstracto del mundo para convertirnos en analfabetas del concepto y esclavos de la imagen. La única esperanza para no convertirnos en seres babeantes se encuentra en la defensa de la palabra escrita y de la idea como eje del pensamiento humano.
How to Watch TV News: La realidad mostrada por los noticieros de televisión es una versión cuidadosamente arreglada para excitar nuestros sentidos y dejarnos con sed de imágenes mientras los comerciales se suceden llamándonos a ser felices vía la compra. El remedio radica en una percepción informada de lo que la televisión es y representa, así como un escepticismo tranquilo pero constante sobre lo que nos arroja la pantalla.
Ah, Neil. Moriste sin decir lo que la tecnología digital habría de traerle al mundo. Me pregunto que habrías dicho de los blogs, del messenger, del periodismo hecho por cibernautas, de los metaversos como Second Life, de los videojuegos en línea, del hikkikomori, de los mensajes SMS, de TiVo, de la convergencia digital, del proyecto Gutemberg y de Google Books.
Huelo aquí un tema largo para un ensayo que quizá algún día me atreva a escribir y publicar. Pero mientras tanto, pienso que el escepticismo de Postman es una de las cosas que mejor pueden mantener mi ánimo en estos tiempos de tecnologías omniscientes.
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