Me encantaría escribir un largo texto sobre el tema, pero resumiré.
Debido a la geografía de México, la educación siempre ha sido un problema: llevar infraestructura educativa implica llevar profesores a rincones alejados del país, a serranías aisladas, desiertos inhóspitos o selvas inclementes.
Por ello, a mediados de la década de 1970 apareció Telesecundaria, el intento del gobierno de reemplazar profesores con televisores. La idea no era mala (programaban "clases" de media hora de las materias del currículo normal) e incluso yo me aventé algunas clases de trigonometría y crianza de cerdos cuando iba a la escuela en la tarde. Sin embargo, la idea era que la televisión fuera una ayuda y la cosa terminó degenerando en escuelas donde los encargados dejaban las teles encendidas para que los alumnos se hicieran bolas como mejor les pareciera.
Los resultados pedagógicos fueron lamentables y en las pocas evaluaciones que se hicieron, los estudiantes de telesecundaria quedaban hasta atrás. Por ello, el proyecto terminó desbaratándose en la década de 1990.
Con la llegada de Vicente Fox apareció Enciclomedia, un proyecto que por medio de las nuevas tecnologías ayudaría a llevar a los niños a niveles de aprendizaje potenciados por las computadoras. Sin embargo, la idea cuajó de manera extraña: en lugar de aprovechar las bondades de Internet y de las computadoras baratas, los encargados decidieron crear un complejo sistema de pizarrones interactivos (cañones proyectores, sensores de movimiento y superficies de proyección), que cargaban los contenidos a través de CD's.
En realidad lo que se generó fue un emplasto donde la infraestructura fue instalada de manera irregular, donde los contenidos no fueron empatados totalmente con los programas educativos, los profesores no fueron capacitados adecuadamente y salvo un par de cursos, nunca se creó un programa completo de cursos en la famosa Enciclomedia, amén de que brillaron por su ausencia las propuestas pedagógicas y los estudios que justificaran la inversión, así como resultado de su uso en los estudiantes.
Hoy, Enciclomedia se encuentra en vías de desmantelamiento: con las partidas presupuestales cortadas y una administración nueva a cargo, el proyecto languidece en espera del anuncio de su cancelación. ¿Y el dinero invertido?, ¿y los niños y profesores que pasaron horas lidiando con Enciclomedia? Mala tarde.
Hoy me entero que la SEP ( bajo el gobierno calderonista) se apresta a unirse al programa OLPC (One Laptop Per Child), iniciativa no gubernamental para dotar a los niños escolares de computadoras portátiles de 100 dólares... pero más me sorprende que la decisión la tomaron apenas hace 15 días, sin estudios ni análisis pedagógicos de por qué tomar la decisión de unirse al proyecto OLPC, mucho menos de cómo hacerla encajar en el sistema educativo nacional.
Hace años, cuando terminé mi carrera en el Tec de Monterrey (hará ya casi cosa de 1o años.. uf!), la institución inició un proceso denominado Rediseño educativo, que consistía en la colocación de los contenidos de cursos, clases, evaluaciones y material pedagógico en formatos digitales.
El esfuerzo fue titánico, pues implicó que cada uno de los miles de estudiantes del Tec tuvieran que adquirir una computadora portátil y que se invirtieran millones en infraestructura y redes, además de reentrenar a miles de profesores en la nueva forma de integrar la tecnología. Evidentemente fue una decisión positiva pues obligó a miles de estudiantes a sumergirse en la tecnología (en una época en la que aún era un asunto críptico), pero los resultados pedagógicos jamás se conocieron. Aún hoy, no se sabe si el proyecto del rediseño fue exitoso... y me temo que el silencio es más que elocuente.
Si yo fuera la secretaria de Educación, quizá me tomaría un poco de tiempo para entender lo que estoy a punto de comprar, pedir consejos a algunos de los que saben y actuar en consecuencia, en lugar de dejarse deslumbrar por una presentación de Power Point y la chequera abierta.
Las ruinas de Enciclomedia os contemplan.
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