Comida con D en un restaurante de la Condesa. Buen clima, buen sol, la colonia más o menos a reventar, como le es propio. Puntual todo. D muy agradable y todo. Sonrisas y pláticas del tiempo que nos ha transcurrido encima desde que nos conocimos en un curso de inglés. Y de pronto el sablazo. Que conozca los nuevos productos que está comercializando, panaceas de diversas iniquidades de la esistencia humana y que sería buena idea que conociera, probara y de ellos me enamorara.
Con mucha atención le escuché lo que me tenía que decir. Algunos consejos edificantes ahora que se está dedicando a la vida independiente, un par de palmaditas en la cabeza y buenas tardes. Aún había un poco de sol cuando nos despedimos, con una promesa para vernos el año por venir.
Lo único que me divirtió fue que tiene una pareja con quien se encuentra "deeply in love" pero con quien no tienen sexo porque D piensa que esa es una forma de crear una pareja inestable.
Pienso en su pareja, en un sofá del depto que comparten a veces y donde ven películas con quesito y vino tinto.
Sin sexo.
Je
Je
Je
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