En lugar de eso, quiero pensar en que este año las vacas flacas finalmente tocaron a la puerta de mi casa. No es que me haya quedado sin trabajo, pero el efecto mariposa de hechos que suceden a miles de kilómetros de distancia (probablemente focalizados en algún rascacielos neoyorquino) determinaron que mi navidad sea más astringente de lo que hubiera deseado. Espero que la cosa se mejore pronto.
Así las cosas, mi lista de compras navideñas se verá sensiblemente reducida debido a la necesidad de reducir los gastos al mínimo indispensable hasta saber en qué va a quedar la cosa. En fin, dada la situación, he estado pensando en los siguientes regalos posibles:
- Respuesto de tinta negra para roller ball Mont Blanc de punto extrafino: debido a que poseo la fineza gráfica de un médico, me veo en la necesidad de escribir con el punto más fino que pueda hallar. Hace un par de años se me regaló una pluma preciosa Mont Blanc, pero su roller ball me es simplemente imposible de usar.
- Anime japonés: Cualquier DVD me vendría bien, pero quizá la colección de Elfen Lied o de Rumbling Hearts (sí, es parte de mi vida cursi) la agradeceré.
- El diccionario María Moliner: para cualquiera que pretenda dedicarse a esto de la letra, el Moliner es más que indispensable. Aunque sea usado, yo lo sabré apreciar.
- Libretas Moleskine: No son muy caras y su papel se me ha revelado como la cosa más chingona para escribir del año. Sin duda un "must".
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