Tuesday, July 18, 2006

CIBERNADA

Tengo que decirlo: la actitud de Andrés Manuel López Obrador bordea el desvarío mental. Después de un par de semanas jugando con el asunto de que había ocurrido un fraude cibernético que le había borrado vitales sufragios en los territorios de la virtualidad (idea apoyada por columnistas que agregaban elementos de novela como la existencia de algoritmos malévolos y virus inyectados en alguna computadora endemoniana), ahora sucede que siempre no, que el fraude no sucedió por obra de hackers maliciosos, sino que todo fue un mapacheo a la antigüita, con urnas embarazadas y tacos de votos de por medio.

Con estas declaraciones, no sólo el propio Peje echa de cabeza a algunos de sus apoyadores más fervientes descalificando las porras de su propia tribuna, sino que también se pone las cosas más difíciles ya que, si un fraude electrónico es complicado de probar, un fraude en papel lo es más aún por el detalle de que toda la papelería electoral esta llena de mecanismos de seguridad (recuerdo al menos media docena entre foliaciones, marcas de agua, tintas reactivas a la luz ultravioleta, firmas de representantes de casilla y demás), amén de que cada uno de los proceso fue escrupulosamente vigilado por representantes de los partidos políticos, ciudadanos y al menos 20 organismos observadores del país y del extranjero, avalados ni más ni menos que por las Naciones Unidas.

En lo personal no me espanta que salgan a las calles de la Ciudad de México ni uno ni dos millones de personas. Al fin y al cabo la concentración humana más grande en la historia de la ciudad ocurrió hace algunos años cuando se llevó a cabo un desfile de personajes de Disney, que sacó a la Avenida Insurgentes a 5 millones de personas. Pero ya en el plano de lo serio, pienso que sacar a la calle a la gente ANTES de que el tribunal de su veredicto no es más que una forma indirecta de “mostrarle” a los magistrados el camino correcto.

Por supuesto que sacar a la gente a la calle no es más que una forma de presión. Que ese acto esté amparado bajo la Constitución bajo los preceptos de la defensa del derecho a la libre asociación y a la expresión es algo indiscutible. Sin embargo, esto de armar campamentos ciudadanos para apostarse a las puertas de los consejos distritales y seguir convocando a las multitudes cada domingo para “informarle” de lo que piensa el líder no me parece la mejor forma de mantener la legalidad de un proceso tan delicado estirando la cuerda más y más, como a la espera de que por algún lado salga la pedrada que iniciará todo.

Y ya entrados en estas cuentas, también me alarma el que para coordinar las labores de resistencia civil contra el supuesto fraude, se haya nombrado una comisión de personas que se encargarán de organizar las acciones. Esto me preocupa ni más ni menos porque deja al arbitrio de “el pueblo” las acciones a realizar, por lo que cualquier cosa que pase (buena o mala), sería responsabilidad de otros que no fueran el PRD y menos su candidato presidencial. Así nomás.

Apunte político: Víctima del Dr. Cerebro
¿Qué pasó con Don Carlos Monsiváis? El artículo escrito hace un par de semanas en El Universal (http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/34853.html) es una biliosa invectiva contra partidos emergentes y sumergentes después de las elecciones (especialmente el PRI, Nueva Alianza y Alternativa). A nadie sorprenden las mentadas de madre contra el expartidazo ni las sospechas contra el ente político fundado por la Maestra para darle un portazo al Madrazo.

Sin embargo, extrañan los señalamientos contra de Patricia Mercado, sobre todo porque proviniendo de un escritor que ha defendido tan denodadamente las otras sexualidades y ha colocado en el gran sitio que merecen a escritores denostados por su condición gay como Salvador Novo y muchos de los Contemporáneos, cae al menos pesado que quiera ajusticiar políticamente a una mujer justamente por su condición de política basada en el género. Además, López Obrador (ante quien dirigió un discurso el pasado domingo en el Zócalo) no me parece el mejor defensor de la alteridad sexual: su reticencia a colocar en la arena política el tema de las sociedades de convivencia (y escurrir el bulto con el argumento de que el pueblo decidiría lo mejor) no lo hace un gran caudillo en el tema de la alteridad de género.

Friday, July 07, 2006

AND THE WINNER IS...

¡Felipe Calderón!

Así es, con un cierre de fotografía, con una ventaja raquítica (menos de un punto porcentual) y enmedio de la madrugada más larga de los últimos años. Felipe Calderón ha terminado con la ventaja suficiente como para proclamarse dueño de la silla presidencial de aquí al año 2012.

Sin embargo las cosas no son tan sencillas.

El Peje, obviamente (e incluso, lógicamente) ha planteado que todo este asunto es un asalto en despoblado y que le han robado la victoria en las urnas. Está bien. Creo que está en su derecho hacer sonar campanas y matracas. Extraño hubiera sido que se fuese a su casa y pasar el resto del sexenio hamaqueándose desde su departamento en Copilco. Es más, creo que se le agradece todo el ruido que está haciendo y sobre todo, que decida recurrir a los tribunales, quienes al final del camino se encargarán de dar fe y levantar la mano al vencedor.

Todas las reclamaciones son bienvenidas y al tiempo ayudarán a espantar los demonios del fraude electoral y podrán certificar que, pese a ciertas torpezas comunicacionales, el IFE tiene una calidad certificada como ejecutor de elecciones cuya calidad queda más allá de toda duda. Aunque por el momento esto parece un paredón de fusilamiento, en realidad el reclamante le hace un carísimo servicio a la democracia templando la organización y ayudándole a mejorar en esos puntos desafortunados que fallaron en esta elección.

Sin embargo, creo que debe tener claro López Obrador que una vez que los jueces del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación den su veredicto y este no le sea favorable, no deberá hacer olas ni mentar madres ni alevantar a las masas ni pedir tarjetas rojas o amarillas ni amenazar con voltear la mesa. Nada. Cuando esto termine, López Obrador deberá irse a su departamento a hamaquearse por lo que resta del sexenio. Y de seguro esto sucederá, no porque al Peje le falten ganas de seguir en el ajo, sino simple y sencillamente porque su delfín, Marcelo Ebrard se quedará con la jefatura del gobierno del DF, convertida ahora en una muy buena lanzadera de candidatos perredistas a la presidencia: primero don Cuatemochas, ahora el Peje... Ebrard ya debe estar haciendo cuentas regresivas.

Apunte político: un koan
¿Quién es el que carga su propio cadáver?
Al parecer el PRI es semejante a cierta película de serie B que vi y que trataba acerca de un hombre que debido a un accidente nuclear, vivía en un estado de desintegración permanente, semejando una suerte de montón de plastilina a medio derretir. Ahora que el antaño partidazo yace en la lona, algunos políticos de aquel partido no cesan de relamerse ante la contemplación de los restos frescos que yacen en la llanura.

Ya se aprestan algunos a tomar el mando de la nave hundida en la esperanza, ahora sí, recuperar el poder. Pero esto se ve más difícil que nunca. Ante la carencia de un centro de gravedad, los pedazos del PRI se desperdigan sin control por todos lados. Algunos gobernadores caciques ya reclaman sus parcelitas en el Parque Jurásico mientras que otros tratan de levantarse en pos de iniciar una guerra civil para purificar a dicha organización política de todo aquello que les haya arrojado a la derrota. Sobra decir que no contemplan arrojarse ellos mismos por la borda, pese a que son en buena medida responsables de la debacle que ahora protagonizan.

Wednesday, July 05, 2006

COMO EN LA PIRINOLA

Todos ganan. Eso parece dominar el momento. Hasta esta hora (medianoche del martes 5 de julio) los dos candidatos ganadores se mantienen a ambos lados de la acera, proclamando su triunfo y agitando las banderas de su victoria. Después de años de campañas presidenciales, de mentadas de madre y toneladas de basura arrojadas de un lado al otro de la contienda, sin mencionar las disputas jurídicas y el desastre del desafuero.

Y ahora, tenemos lo que le comentaba a mi buen amigo Pas, una sesión de penales interminables, donde el apretado resultado puso el tapete para prolongar este asunto poselectoral hasta principios de septiembre, cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resuelva las quejas y de un ganador definitivo de la contienda.

Por lo visto, esta disputa electoral tiene como protagonista (y víctima a la vez) al propio Instituto Federal Electoral. Es una pena que ahora se le coloque en el paredón de fusilamiento por errores en un proceso donde participaron al menos un millón de personas. Es una pena porque yo fui una de las personas afortunadas que conoció de la boca del mismísimo René Miranda (Coordinador General de la Unidad de Servicios de Informática del IFE), quien me explicó paso a paso los sistemas que protegen el tráfico de los datos a través de la elección.

Por si esto fuera poco, gracias a una larga explicación ofrecida por Jorge Alcocer (director de la revista Voz y Voto) supe de los mecanismos legales que evitan los dedazos y han exorcizado el fantasma de las elecciones de estado. Sin embargo, las cosas no son tan sencillas y ha aparecido un elemento indeseable en la disputa electoral: la vulneración de la confianza arduamente construida sobre el IFE a punta de revelaciones de errores, que para ser justos, han sido nutridos por carencias de información a la hora de las explicaciones por parte del IFE.

Lo que no se vale es sacar el fantasma de la mano negra y querer espantar con el petate del muerto de que la elección ha sido manipulada por un grupo de entes siniestros ocultos en un cuarto subterráneo con la capacidad de alterar los resultados de las elecciones. Ha costado muchísimo trabajo que la gente crea en las elecciones para que el esfuerzo sea tirado a la basura en menos de una semana.

Sea como sea, el sistema electroal probará en las próximas semanas el material del que está hecho y seguramente será sometido a enormes presiones para dar resultados apresurados. Que esto no suceda.

Apunte viajero
La semana pasada estuve en Venezuela, específicamente en Isla de Margarita. El lugar es lindo, como no. Pero definitivamente Venezuela no es un lugar sencillo para los turistas. Las colas migratorias son largas, los trámites complicados (sobre todo porque tasas e impuestos se pagan en el aeropuerto y por separado) y para colmo, como México no tiene relaciones diplomáticas con dicho país, al parecer las autoridades venezolanas se regodean haciéndonos pasar por experiencias desagradables como ser nuestro equipaje sometido a revisiones extras en búsqueda de drogas, a un comité de bienvenida formado por policías que cachean a los pasajeros recién saliendo del avión (niños incluidos).

Por supuesto que no cuento otros problemas como la comida sazonada y una historia de terror que me contaron acerca de la caída de un puente que conecta al aeropuerto con la ciudad de Caracas, caído por falta de mantenimiento, que obliga a los autos a viajar un trayecto de hasta 3 horas por carreteras montañesas.

Y eso que no he hablado de la política.