Thursday, December 25, 2008

LA MULTITUD INVISIBLE

Leo un par de artículos acerca del problema que tienen quienes mantienen perfiles en sitios de red social y que con el tiempo se han llenado con cientos de "amigos" de toda ralea, al punto de que han tenido la necesidad de borrar algunos perfiles, causando no pocos problemas sociales en la virtualidad.

En lo personal, yo jamás he sido un gran socializador. Pese a que mi trabajo me ha hecho conocer quizá un par de cientos de personas SOLO para cosas laborales (y lo sé porque tengo sus tarjetas en mi tarjetero). Me encuentro con que mis amigos no llegan ni a la decena.

Quizá tiene que ver con mis prácticas de relación social. Debido a mi educación familiar basada en la desconfianza en quienes no son parte de la tribu y en la necesidad de hacer mi trabajo en las sombras, es que me he impuesto una serie de políticas de privacidad muy estrictas que comencé a desarrollar cuando empecé a navegar en Internet hace más de una década.

Uno de los efectos más curiosos en la vida en línea tiene que ver con la necesidad de buscar la mayor cantidad de amistades posibles. Eso no es inusual. Recuerdo cuando en los viejos tiempos del ITESO BBS me hice de un grupo de amigos que nos reuníamos noche con noche para platicar, para comer palomitas cada uno en su casa y crear un espacio virtual, cuando la realidad sólo nos presentaba una pared con un monitor por delante.

Sin embargo, traducir lo entrañable virtual en factibilidad real no es fácil. Uno puede terminar cruzando el país en la búsqueda de fantasmas (yo mismo lo hice un invierno asqueroso la década pasada) o reuniéndose en albercas para beber en la compañía de expertos en programación (cosa que hice en un memorable viaje a Guadalajara, donde un elenco de cucarachas, travetis, mariachis y conjuntivitis hicieron de un viaje una aventura irrepetible).

Quizá lo difícil cuando uno está metido en este negocio de la tecnología es ceder a la tentación de arrojarse en el tibio sopor de cientos de ojos que te consideran sus amigos, creo que la mejor amistad es la que se refrenda con una chela de frente. Lo demás, sólo son conexiones con uso efímero, nada más que eso.

1 comment:

Anonymous said...

LEO!!

Espero poder llegar a ser más que una 'conexión efímera', aunque no haya una chela por delante... bueno, bien puedo catafixiártela por una Margarita ;)

...En un descolgón te escribo, esperando que también te descuelgues tantititito para responder, mi estimadísimo Leo

Te mando un abrazo de Chocho Crispis: GRANDOTOTOTE Y FUERTOTOTOTE

jules