Siempre ha sido una de las partes más tediosas del trabajo. Hacer antesala para que algún jerarca se siente a la mesa o se digne salir de su oficina donde resuelve importantisimos asuntos.
Supongo que esas son las minucias que demuestran el verdadero poder. El hacer que otros esperen, que la gente acumule minutos y horas en la espera.
Qué se le va a hacer. Eso es, después de todo lo que implica esta línea de trabajo. No por nada el maestro Kapu decía que la materia prima de nuestro trabajo eran los otros, por lo que era crítico tener buenos términos con los demás.
En fin. Seguimos esperando.
-- Desde Mi iPad
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