Wednesday, January 31, 2007

LA SUERTE CUESTA

La semana pasada contaba el triste caso del compa de la preparatoria que hizo su aparición con la sana intención de venderme un plan de seguros. Pues bien, luego de hablar con un gran amigo mío (chido Don Bob) me quedé pensando que tengo suerte, pero que la suerte no es absoluta y que en nombre de algunas cosas, he tenido que sacrificar otras.

Este ritmo de vida que muchos encuentran glamouroso (y que encuentro maravilloso a la hora de checar mi cuenta bancaria) me obliga a aislarme del mundo constantemente. Sí, tengo amigos (y afortunadamente son bastantes), pero pasan meses sin que los vea o que el único contacto que con ellos tengo es a través del Messenger o del correo electrónico.

Luego entonces, a mis 30 años, aún no me he reproducido ni cosa por el estilo. No es que me interese demasiado tener un vástago chillando en el cuarto de al lado, pero si hay quien quiera tener hijos y una casita de este oficio, mejor que se dedique a otra cosa. Y no lo digo yo, lo decía el maestro Kapuscinski.

No me arrepiento en lo absoluto de la vida que tengo, pero si fuera profesor de periodismo le diría a mis alumnos que piensen bien por qué quieren ejercer este oficio, porque se encontrarán con algo más que glamour y copas de champaña. Salud.

UN DISCO DESHABITADO
En su nuevo disco, San Pascualito Rey se pone la corona de espinas para colocarla en la testa de su público. Con canciones que desgranan oscuridades Pascual trata de exorcizar los demonios que casi le cuestan el pellejo a él y su banda en un accidente automovilístico meses atrás, extrayendo hasta la última gota de miseria interna de los callejones de la desesperación. Sin embargo, la combinación es deliciosa, como lo puede ser una copa de ajenjo endulzada delicadamente y diluída con agua helada tocando el paladar.

El disco se llama Deshabitado, por cierto.

Thursday, January 25, 2007

TENGO SUERTE

Salgo de una entrevista con un escritor a eso de las seis de la tarde cuando suena mi teléfono celular. Es L, un compañero que asistió conmigo en la preparatoria; en realidad una persona con la que jamás tuve una relación particular. Lo conocía pero no fue ni mi amigo ni nos echamos unas chelas ni nada en los tres años que comaprtimos el salón de la preparatoria.

Como dato anecdótico, la preparatoria fue quizá la época menos recordable de mi vida: atorado por las ilusiones de adolescente enamorado en vano y con una vocación que no comprendía pero que me separaba del resto de mis felices y retozones compañeros. El caso es que contesto el teléfono y L pregunta por mi, vagamente lo reconozco pero me dice que encontró mi teléfono en Internet (cosa que dudo seriamente). Me pregunta cómo estoy, cómo me ha ido, que a qué me dedico. Entonces le respongo que me dedico al periodismo (no por nada este es el segundo oficio más sexi del mundo detrás del de bombero. Je).

Entonces L me cuenta su historia. Estudió comunicación como yo, pero jamás pudo acomodarse en algo de la carrera por lo que terminó entrando al negocio de la venta de seguros. Se casó, tiene dos hijos, una vida tranquila, feliz y… ¿no me interesa comprar un seguro?

Vaya. Lo que es la vida. Es la primera vez que me topo con una historia así de mi pasado. No puedo decir que me sienta por encima de los demás y que mi vida es mejor que la de otros pero por unos instantes me sentí muy satisfecho de lo que soy, de haber tenido la fortuna y el talento suficiente como para poder llegar a este punto y por ende, admito que estoy muy agradecido por estar donde estoy, haciendo lo que hago. Y no, no le compraré a L un seguro.

Sandbox: Techno madness
OK, HDTV is hot, but also is complicated, expensive and at many times cumbersome. A couple of years ago my family bought a HDTV monitor to put in a new room transformed into an altar for the image godess. Sadly, there appeared the tech purgatory. My cable provider provides HDTV signal for an extra cost… and the mandatory compromise to buy a set top box, which costs like 1,500 USD. If you want to have HDTV in your home, you must be prepared with a really large bag of bucks.

But you need too some knowledge of electronic engineering, electricity and some tidbits of rocket science because dealing with the massive amount of cables, connections and settings you have to harmonize. I think that HDTV will be in all homes in the next decade… against our own desire to get an easy image like the golden and lost days when you only had to connect the TV to the electric supply in order to get entertainment.

Wednesday, January 24, 2007

COPLAS A LA MUERTE DE UN MAESTRO

Llegando de una larga jornada de trabajo me entero de que Ryszard Kapuscinski, el periodista del siglo XX, ha fallecido. Aunque nunca le conocí, su obra me influyó poderosamente y quizá fue el maestro que jamás pude tener, pero cuyas lecciones son tan inmortales como este oficio de ir a recoger pedazos de la realidad y ponerlos con letras frente a ojos ajenos.

Todo comenzó, no lo recuerdo con claridad, cuando en una incursión a la biblioteca de mi alma mater me encontré con un texto de él. Si no mal recuerdo era Ebano. Un gran libro que describía con textos vibrantes la belleza y la desgracia de un continente que padeció durante varios siglos una sangría de sus habitantes (esclavizados para nutrir la expansión de varios imperios) y ahora acosado por las bestias de la guerra, el VIH y la sequía, pero que mantiene una fuerza de vida poderosa y que demuestra en su desnuda precisión lo que es el ingenio y el deseo humano por vivir y crecer donde sea.

El siguiente paso fue comprar todos los libros que de él se publicaron en español. Ya fuese El Sha (una crónica del derrumbe del Sha de Irán y la ascensión del fundamentalismo islámico); Imperio (una obra magna donde narra cómo el imperio que amenazó a los Estados Unidos con su poderío nuclear era en realidad un corral donde sus habitantes vivían la desgracia del vasallaje de la idea del socialismo); La guerra del futbol (que desnuda lo absurdo de los conflictos bélicos que nacen al amparo de famélicas naciones) y Lapidarium IV (donde hace reflexiones sobre los tiempos inestables que por fortuna o desgracia nos ha tocado vivir.

Sin embargo, el libro que más aprecio es el más breve de los que se han publicado. Los cínicos no sirven para este oficio, un verdadero curso de valores en el ejercicio periodístico que establece las reglas de oro que debe seguir cualquier periodista que se precie de serlo: humildad ante todo, disposición para vivir la experiencia del otro de forma sincera y abierta, modestia de la profesión como forma de vida y no como pretexto para vender letras sucias para elogiar a los poderosos, así como apertura para absorber todo conocimiento como condición indispensable para cualquiera que quiera mantenerse a flote por encima de las capacidades personales.

Y la lección más importante de todas: el periodismo es un oficio casi medieval que se basa en la experiencia y en la paciencia, que como la carpintería, requiere de un trabajo cuidadoso y amoroso, lleno de respeto por la materia prima (en este caso la vida de los demás) pues las experiencias y vivencias que los demás comparten con uno para desarrollar el trabajo es un material frágil, bello, peligroso y que requiere el cuidado de quien elabora copas Riedel.

Justo en las vacaciones de invierno había terminado de leer Viajes con Herodoto, una narración de sus primeras vivencias como corresponsal de la agencia de noticias polaca para la que trabajó durante muchos años (y que le permitió ser testigo de algunos de los movimientos humanos más impresionantes del siglo XX) donde compara el trabajo del periodista con la labor del historiador Herodoto, quien puede ser considerado como el primer corresponsal periodístico del que se tenga registro.

Un maestro que nos hará falta a quienes nos dedicamos a esto, pero al menos personalmente deseo que nos siga guiando la mano cuando le sea posible desde el más allá.

Saturday, January 20, 2007

UNA TORTILLA CALIENTE

El problema de la tortilla se ha convertido en un gran dolor de cabeza para economistas, politólogos y buena parte de la fauna política de este país. No los culpo pues de lo que se ha rescatado es que este es un problema ya no digamos complejo sino por momentos incomprensible.

Por principio de cuentas, han salido docenas de culpables. Hay quien culpa a los gringos por haber desarrollado programas obligatorios para comenzar a agregar etanol a la gasolina de aquí al 2010. Otros le atribuyen la culpa a la avaricia y a la mendacidad de los acaparadores, un nebuloso grupo de personas que, agazapados en silos vigilados por personas fuertemente armadas, guardan millones de toneladas de maíz, a la espera de que los precios suban hasta precios estratosféricos. Unos más culpan a los tortilleros por tener negocios changarreros con márgenes de ganancia miserables que les atan a un solo producto por el que tienen que vivir con el Jesús en la boca pendientes de los caprichos de los precios del gas, el maíz y la electricidad, cual si fueran corredores de mercados de futuros.

Por otro lado, muchas culpas se escurren a los campesinos maiceros, por vivir en y de parcelas microscópicas con las que apenas pueden subsistir y que, aunada a la geografía mexicana (que ahora resulta negada para el cultivo masivo de la mazorca) crea un círculo vicioso de pobreza y marginación que a la larga impide el cultivo y cosecha necesarios para alimentar a nuestra nación. Y finalmente, por allí hubo algún columnista que le echó la culpa al pueblo mexicano por estar amarrado a la hegemonía del maíz, que les condena a vivir en un régimen alimenticio monótono y cada vez más costoso.

En la misma diversidad están las soluciones. Hay quien pide que se establezca de inmediato el capítulo del Tratado de Libre Comercio que abre las fronteras al maíz y al frijol para que las importaciones gringas bajen el precio por efecto de las leyes de la oferta y la demanda. Otros proponen lo contrario: cerrar de inmediato las fronteras al maíz para que los campesinos puedan defenderse mejor de las aniquiladoras y masivas importaciones maiceras. Para algunos el quid del asunto se encuentra en promover a la voz de ya la siembra de cepas transgénicas de maíz que permitan el aumento en el rendimiento de los cultivos y los ecologistas promueven justo lo contrario, el aumento masivo en la siembra de las variedades nacionales que a lo largo de miles de años permitieron a nuestros ancestros una dieta balanceada y justa con el medio ambiente.

Obviamente, hay quienes llaman por la inyección de recursos a los campesinos para que ellos compren fertilizantes e instalen sistemas de riego que permitan mantener una producción estable del grano. Para otros estudiosos del fenómeno, el problema se encuentra en la distribución de las parcelas por lo que se llama a la unificación de microparcelas y la creación de unidades de producción financieramente sustentables. No faltan quienes llaman por soluciones un poco más… radicales: enjuiciando a los acaparadores (sea quienes sean) para que, como en los tiempos de la Revolución sean sacados a barrer las calles y el grano, obviamente confiscado (aquí me imagino escenas de multitudes entrando a los silos para sacar con cubetas, rebozos y sombreros todo el maíz posible). Y como cereza en el árbol de las soluciones, quizá la más radical: dejar de comer maíz, diversificar la dieta y prepararnos para comer quizá las suelas de nuestros zapatos, pues lo que no saben estos economistas que proponen esto es que el famoso etanol se puede hacer casi con cualquier materia orgánica (vegetal o animal), por lo que cualquier alimento es potencialmente fuente de combustible.

Yo pienso, humildemente, que la solución está en todas las respuestas y en ninguna a la vez. Es un problema ver a los ejidatarios en sus parcelas moribundas, pero me temo que no habrá muchos campesinos jóvenes que quieran regresarse a trabajar las hambreadas tierras ante mejores perspectivas en los mercados laborales de la Ciudad de México… o Los Angeles. Creo que es bastante ridículo en insistir en la idea de forzar a tierras famélicas a exprimirles granos de maíz sin la ayuda de tecnología como los transgénicos, pero también me parece una barbaridad la propuesta de que los mexicanos mejor nos pongamos a comer otra cosa… como si esto fuera tan fácil y hubiera árboles de sushi creciendo en las serranías o pizzas de champiñón rodando por las llanuras nacionales.

Finalmente, la cuestión de los acaparadores me parece una acusación muy nebulosa porque, cosa extraña, salvo tres empresas (Cargill, Maseca y Minsa) que no abarcan la totalidad del mercado nadie puede señalar con pelos y señales a los acaparadores que, según dicen, están agazapados en el Bajío. ¿Quiénes son?, ¿cómo se llaman? O su poder es más grande que el de las trasnacionales para que los medios no se atrevan a publicar sus nombres. Y finalmente, eso de dar subsidios puede ser una buena idea pero mucho dinero ha ido a parar a bolsillos de burócratas sin que los pobres puedan ver un beneficio. Lo mismo opino de los controles de precios a chaleco… caldo de cultivo para que medren los verdaderos acaparadores y especuladores.

Sunday, January 14, 2007

IF IS IT THEIR WILL

I’ve been going with the idea of writing parts of this blog in english, so they can be picked up by the blogosphere filters and get some more audience. So, I’ll be throwing a few ideas in english once in a while. And my first subject is Iraq, a country drowning in blood and with a promise by George W to add more men and more suffering to the people in two continents.

I’m not an american citizen, so I’d be beaten by the war supporters, but GWB has taken a key decisión, an utterly bad one. As a bunch of experts have said, the number of men sent to Iraq is not enough to turn the tide of insurgency and political demise of iraqui government. In fact, GWB has gone the opposite way he was suggested by some of his top military aides, some of his own congressmen and by most of american people. Instead of getting out the troops, he’s decided to add more dinamite to a deadly cocktail… but there’s more: he’s threatened Iran and Syria (in an indirect way, of course) to destroy the relationship they have with terrorists and anarchy worshippers. He’s opened the door to a potentian collision with Iraq’s neighbour, by the way one of them who’s tying the knot with the loonie of Hugo Chavez… a dangerous one who has the control to much of America’s oil supply.

One can’t think in a lighty way if the promise is to send not enough men into the pursuit of a victory which has not been defined, even by the victory planner himself.

Y ahora con ustedes, volteando la tortilla.
Quién lo diría, que los mexicanos terminaríamos peleando contra los automóviles gringos. El problema de la tortilla tiene su origen más profundo (punto y aparte de infames actividades monopólicas) en el mismo desarrollo tecnológico. Ahora que cada vez más autos americanos emplearán alcohol, el maíz (uno de tantos productos agropecuarios del que puede ser extraído) ahora será más empleado por los productores de biocombustible. Y para quienes piensan en tomar medidas para controlar precios, una mala noticia: estaremos creando los incentivos para crear más maíz… que será vendido en el mercado americano para hacer más combustibles.

Televisión: tigres y elefantes.
Ahora que el debate sobre una tercera cadena de televisión se ha calentado lo suficiente como para obligar al gobierno a tomar alguna decisión sobre licitar o no nuevas frecuencias, me llama la atención las peticiones de estudiosos de los medios de comunicación y no pocos políticos que solicitan muy atentamente la creación de una tercera cadena nacional de televisión que haga frente al duopolio consistente en Televisa y Televisión Azteca.

Mucho me temo que esta pretensión mucho tiene de ingenuidad, la semejante a la de aquella tribu africana que para acabar con la plaga de tigres que los devoraban, trajeron elefantes que acabaron con el problema… y arrasaron con la aldea. En mis nebulosas memorias de juventud, recuerdo que cuando se llevó a cabo la desincorporación de lo que en aquel entonces constituía Imevisión, voces críticas alababan el movimiento pues percibían que la adición de una nueva cadena de televisión rompería con el monopolio televisivo constituído por Televisa. Cosas de la vida, década y media después estamos hablando de un duopolio que es necesario romper.

Me temo que en la mente (y el corazón de quienes proponen esa idea de una tercera cadena nacional) está permeada más bien por sus deseos que por los hechos duros de la vida real. Me explico. Actualmente las cadenas nacionales que tenemos son anacrónicas, de contenidos vulgarizantes, invadidas por la sed de poder, de calidad cuestionable, entregadas a las fórmulas ya establecidas, negadas para la innovación y profundamente sectarias. Lo ideal sería que la nueva cadena de televisión de alcance nacional sea todo lo contrario: vanguardista, de contenidos excelentemente diseñados, entregados al servicio de su público, enfocados a la mejor calidad disponible, desafiantes de las fórmulas establecidas, dedicadas a la innovación y abiertos sinceramente ante todas las posturas políticas.

Sin embargo, al pedir algo con un piso tan elevado (una cadena nacional con docenas de repetidoras en todo el país y cuya inversión mínima fácilmente rebasará los centenares de millones de pesos), lo que se hace es sacar del juego a los empresarios independientes y con ambiciones modestas, forzando a que los jugadores que participen en esta licitación sean empresarios (o corporaciones) de gran calado y que seguramente querrán proteger la cuantiosa inversión que desembolsarán (repitiendo los esquemas ya probados) o que querrán emplear los medios de comunicación que usufructen con los mismos propósitos sectarios que los propietarios actuales hoy ejercen. Con todo respeto, GE, Casa Saba, Grupo Imagen, El Universal, Grupo Reforma, Grupo Fórmula y los 100 personas y grupos empresariales más adinerados de México serán muy importantes y de gran experiencia en los medios, pero definitivamente no me parecen que sean garantía de lo que se desea que sean los medios de comunicación.

Creo que los que piden la llegada de la tercera cadena de televisión tienen en mente un empresario mediático que se caracterizó por darle a su canal una independencia editorial, un arrojo en sus contenidos y una calidad sin precedente a los programas que se produjeron bajo su mandato. Me refiero a Javier Moreno Valle, primer dueño de CNI Canal 40. Hay que aceptarlo, creó un tipo de canal de televisión jamás visto en México, un canal abierto, arrojado, editorialmente intachable y creativo a más no poder. Desafortunadamente este empresario tan visionario se reveló como un hombre de negocios poco eficaz, que no pudo llevar a su canal al éxito financiero esperado y que terminó abriendo las puertas a una Televisión Azteca que terminó por devorar a su socio, maniobrar para echarlo del canal y colocarlo en posición de ser un prófugo de la justicia.

Así las cosas, yo creo que muy probablemente a mediados de la próxima década estaremos pidiendo la llegada de una nueva cadena nacional para romper el tripolio, el cuadripolio… o el polígono de dominancias que haya en el momento.

Dado que no tengo un conocimiento absoluto de la industria, mis opiniones no son lo enteradas que quisiera, pero tengo algunas sugerencias para pensar en mejores formas de romper monopolios.

Get local: Una cadena de televisión nacional no es más que una cadena de televisión con el ombligo en la Ciudad de México, y por ende sólo un puñado de ciudades grandes en el país pueden contar con el privilegio de un canal que les hable de su comunidad (la mayoría no son más que repetidoras de las señales nacionales). No sería mala idea crear opciones locales de televisión (mucho más baratas) cuyos contenidos pudieran crear una identidad propia y que pudieran hablarle a una audiencia local.

Al servicio de la comunidad: Es hora de admitirlo, la estructura de la televisión de hoy obliga a las televisoras a operar como negocio y por ende a buscar de la manera que sea la sustentabilidad financiera. ¿Por qué no romper esa lógica abriendo la puerta a la verdadera televisión pública? En 1984 el gobierno americano obligó a las cableras (por medio del 1984 Cable Franchise Policy and Communications Act) a ofrecer y financiar una frecuencia de su listado para un canal producido por los ciudadanos de una localidad. Para quien quiera más detalles, puede ver la película Wayne’s World y tener una idea de lo que se trata.

Nuevos medios: En un mundo donde iniciativas nacidas de Internet como YouTube están poniendo en cuestión el dominio de los medios tradicionales. ¿Por qué insistir en crear un leviatán de señal abierta cuyo modelo de negocio se encuentra en declive?. ¿por qué no visualizar una forma de estimular la creación de contenidos audiovisuales en nuevas plataformas como televisión por Internet, teléfonos móviles, etc?

Tuesday, January 02, 2007

LOS MUERTOS QUE VOS MATASTEIS

Tarde de sábado en la casa. En la televisión aparece la última corrida de toros en la Plaza México. Un espectáculo deprimente, irracional y tedioso. Apenas un centenar de personas miran cómo un matador persigue a un toro con el fin de hacerle algunos pases y matarlo de una estocada que jamás llega. Los cronistas ni siquiera hacen el esfuerzo de levantar el ánimo decaído por medio de saludos a espectadores famosos que por razones de todo tipo, no pudieron asistir a la fiesta.
No sé si la cosa sea así todo el tiempo, pero me queda claro que las tradiciones taurinas (como muchas otras) viven malos momentos. Los comentaristas se lo achacan a la carencia de figuras que puedan invocar a las multitudes como era antaño, cuando un torero excepcionalmente bueno podía aspirar a ser llevado en hombros hasta la Basílica de Guadalupe. Y mientras miraba cómo el toro era correteado con desgano por el matador, me puse a pensar que muy probablemente la debacle de la fiesta brava, más que un problema de figuras, es un problema de definición.
Me explico.
Aunque la fiesta de los toros ha existido a lo largo de la existencia de México como nación independiente, la realidad es que en las últimas décadas la fiesta ha perdido buena parte de su brillo debido a que uno de sus principales atractivos (la violencia con la que regalan a la audiencia) dejó de ser atractiva y ya sólo queda como un entretenimiento para los más fanáticos de la fiesta, mientras que para el resto se ha convertido en un baño de sangre gratuito que más que diversión, lo que trae es horror.
Al pobre toro (de nombre Precioso, como el tristemente célebre gobernador de Puebla) ahora lo persigue el torero con el estoque en la mano con el fin de terminar con la ingrata labor de acabar con la vida del burel (que es como también se les dice a los toros en el argot taurino). Pienso que la fiesta brava padece un problema mucho más grave que la falta de manoletes y silverios pérez: el matar un animal para diversión de los otros ha perdido su encanto y se ha convertido, más que nada, en un anacronismo de una cultura centenaria, pero que ya no pudo adaptarse, como tantas otras cosas, al devenir de los nuevos tiempos.
Finalmente matan al toro, pero el espectáculo ha dejado a todos insatisfechos y en lo personal, me ha dejado asqueado.