Esto lo quería escribir desde hace tiempo: si hay algún mensaje para los chavos en esta campaña presidencial, este es que se deben mantener alejados de la política a cualquier costo. ¿Por qué digo esto, tan aparentemente atroz? Si algo nos han mostrado las campañas políticas es que los jóvenes (o aquellas propuestas que se quieren mercadear para tal nicho de mercado) no son más que carne de cañón. Vemos los ejemplos:
Partido Verde: A través de la imagen jovial y facialmente angelical de Bernardo de la Garza, este partido pretendió venderle a los jóvenes la imagen de un candidato hermoso pero de posturas políticas fuertes y definidas. Y así le hizo en los comerciales con los que saturó la televisión por allí del mes de noviembre. En automático se pensó que la combinación de una cara linda con una propuesta vestida de color verde y promocionada como "ecologista" sería fatal para la audiencia y que la juventud encontraría estos dos elementos irresistibles (pese, o por la extravagancia de algunos de sus miembros como su líder apodado Niño Verde y el diputado - boxeador - participante de reality show Jorge Kawaghi). Algunas encuestas del año pasado los puntearon con una buena cantidad de puntos en las encuestas (en realidad eran 4 ó 5, pero bastante apetecibles en esta contienda tan cerrada) por lo que decidieron vender una alianza con el PRI al precio de algunas senadurías y diputaciones. Y así el candidato que se promovía al ritmo de la frase de "no votes por un político, vota por un ecologista" se arrojó a los brazos no sólo de un político, sino del candidato del Partido Revolucionario Institucional, don Roberto Madrazo Pintado, que tiene todo lo que ese partido denostaba: el colmillo, las sospechas y la política tradicional. Y aunque Bernardo de la Garza se hizo el remolón a la hora de entregar la candidatura, cual pequeño en aprendizaje le dieron una silla periquera en la mesa de la gente grande y ahora anda muy contento de la mano de estos señores priístas. ¿Y la oferta para la juventud? Letra de cambio nada más.
Partido Nueva Alianza: Desde que este partido comenzó a moverse en las aguas del espacio público, todo mundo sabía que era la cristalización del rencor de la maestra Elba Esther Gordillo por las trastadas que Roberto Madrazo le había hecho a lo largo del sexenio. Armado con los andamios del sindicato magisterial, se sirvieron de un par de jóvenes (Alberto Cinta y Miguel Angel Jiménez) para ser la cara pública de este partido. Inclusive por allí de fin de año aparecieron en unos comerciales ofreciendo su rostro y su palabra como garantía de una política diferente (su lema era algo así como que si te latía su rollo o preferías los choros de los políticos tradicionales). Durante semanas eludieron el espinoso tema de tener por nodriza un sindicato de rancia factura y jerarquía mesopotámica, mostrando más bien argumentos de que el partido estaba abierto a quien quisiera entrarle. Pues resultó que quien a la hora de la hora le entró con singular alegría fue Roberto Campa Cifrián. Un tipo cuyas credenciales se reducen a haber sido un militante de gran antigüedad en el Partidazo Revolucionario Ins. y fungido en diversas misiones partidistas; salido del PRI meses atrás y quien al parecer se enteró de su propia candidatura mientras estaba en plenas vacaciones decembrinas. Alberto Cinta, como todo chico travieso, fue apartado de un manazo del pastel por quien verdaderamente dirige este partido y como premio de consolación le dieron un dulce con forma de candidatura a la jefatura del gobierno del Distrito Federal para que se entretenga. Y los jóvenes desaparecieron de los comerciales y de la escena pública, al menos el día de hoy, que ni siquiera se hacen notar para seguirle el paso a su candidato, quien ya se lanzó a las de Villadiego sin más bendición que la de su maestro.
Partido Alternativa Social Demócrata y Campesina: En lo personal debo decir que es el caso que más me duele. Pues es la historia de una mujer (Patricia Mercado) que junto con un grupo de jóvenes colaboradores (Alberto Begné, Luciano Pascoe) bien preparados y con mucho ánimo se habían lanzado a la idea de crear un partido que llenara ese espacio que se encuentra en los terrenos del Peje, pero que debido a su posición económica aspira a cosas más trascendentes que el reparto de leche, el pago de pensiones de seiscientos varos (unas chelas en El Péndulo de la Condechi valen más que eso) y en resumen, para todos aquellos suficientemente acomodados como para pensar en la izquierda desde el balcón de nuestra casa y a quienes nos encabrona la derecha y sus intentos patéticos por determinar quién debe meterse en la cama de cada persona. Desafortunadamente, y ante la debilidad de este estrato ideológico (la clase media a secas es una anomalía en este país y la clase media progresista es una flor de invernadero electoral) los fundadores del PASC hicieron alianza con unos señores que jineteaban una cosa llamada Ala Campesina (o que con ese nombre se subieron al camión de Patricia Mercado); viejos lobos de mar, expertos en levantar multitudes aporreadoras (que echan porras) en la extensión de los campos nacionales. Arreadas las muchedumbres por viejos líderes que incluso llevan el paliacate como símbolo de su relación con la tierra, el PASC se convirtió en un partido progresista que ahí la llevaba... hasta que el ala campesina decidió que Patricia Mercado era un producto demasiado exquisito para converncer a la gente que vive fuera del eje Condesa - CU así que optaron por rentarle la franquicia a un candidato com mayores fortaleza$ y mucho má$... popular. Es cuando el Dr. Simi hizo su aparición.
Aunque actualmente el PASC logró contener este intento de toma por asalto, ahora su campaña tendrá que nadar con una corriente más gruesa en su contra, ya que la Sra. Mercado y sus apoyadores se compraron sin querer queriendo, un pleito con el ala campesina de su propio partido y con el Dr. Simi, quien no es de los que se van a su casa sin decir algo al respecto. De hecho el Sr. Simi, junto con quienes le vendieron la franquicia ya juraron que echarán mano de sus recursos legales para que la campaña del PASC no llegue a buen término y además anunciaron que Patricia Mercado ya está en la lista de enemigos de quien se ha denominado sin razón y sin pudor Representante Ejecutivo del Poder Popular. ¿Y los jóvenes? El candor quizá les impidió pensar con malicia y reflexionar sobre las consecuencias de aliarse con unos líderes campesinos, que si algo les sobra es experiencia en eso de la política ruda y maciza. Los resultados son más que palpables.
Así pues amiguitos, si quieren vivir en un torbellino de pasiones y ser arrojados a la exprimidora ya saben qué hacer, los dinosaurios están sedientos de sangre joven e ingenua.
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