En el breve lapso de apenas 72 horas vimos al pueblo de San Salvador Atenco ser envuelto en las llamas, pasar al control policíaco y terminar la sesión con discursos atronadores del Delegado Zero, quien al menos esta noche se encuentra en posesión de la plaza. Las consecuencias de lo sucedido en esta semana aún no las podemos vislumbrar en toda su extensión, pero desde ya podemos augurar que lo ocurrido no se terminará tan fácil, sobre todo porque el elemento Marcos se ha vuelto una variable impredecible que puede hacer las cosas más compicadas o darles un abrupto final.
Marcos en Anáhuac
En la novela El fugitivo, de Stephen King (si, es infame, pero era yo un adolescente fascinado con la ciencia ficción) un personaje de los bajos fondos le da un consejo al protagonista (persguido por las fuerzas policíacas y los medios de comunicación en un reality show enloquecido y mortal): mantente cerca de los tuyos. Ese consejo debió haber hecho a Marcos pensar muy bien lo que estaba haciendo cuando salió de la selva chiapaneca en búsqueda de la redención nacional y la promoción de una suerte de rebelión civil contra los poderes establecidos.
Aunque aparentemente Marcos se ha mantenido cerca de los grupos incondicionales que le han acompañado a lo largo de la última década (CGHeros, grupos indígenas, partidos proletarios, intelectuales afines), lo cierto es que el Delegado Zero camina por el filo de un cuchillo. Alejado de su bastión principal, defendido apenas por unas cuantas decenas de personas (que obviamente no tienen algún entrenamiento que pudiera detener un ataque serio y frontal) y expuesto ante los ojos de los medios de comunicación (por no mencionar a los servicios de seguridad), Marcos expone algo mucho más grave que su físico: da a conocer toda la estructura de apoyo que ha hecho al EZLN persistir más de una década y crear una suerte de arcadia selvática en los límites del país.
Aunque a través de los medios podemos ver solamente recorridos y discursos, lo cierto es que detrás de bambalinas hay reuniones, hay discusiones, hay contactos y hay intercambios de información entre el Delegado Zero y las organizaciones que le acompañan. Es obvio que esa información está siendo recopilada y analizada por el Estado. Pero más allá de eso, Marcos revela su personalidad: qué come, cómo duerme, quiénes son sus amigos, cómo se comunica con sus allegados, dónde escribe sus comunicados y cómo se mantiene en contacto con el mundo exterior. Esa información es oro puro: tan sólo va el ejemplo de que el líder del grupo peruano Sendero Luminoso (delirantemente autodenominado Presidente Gonzalo) fue atrapado por una investigación policial que rastreó sus vínculos sentimentales con una profesora de ballet que lo escondía en el ático de su estudio.
Fue un poco cómico ver cómo el día más álgido de Atenco, cuando en aquella zona se daban durísimos enfrentamientos entre policía y manifestantes, Marcos estaba acuartelado en una casa de seguridad... rodeada de policías y medios de comunicación. Así es tan sólo cosa de poco tiempo antes de que Marco haya terminado de ser descifrado y entonces... lo tendremos más acorralado que nunca porque, como decía George Orwell en su novela 1984: "dentro de tí no podrán entrar", hasta que al buen Winston Smith lo hicieron caer en las garras del Ministerio del Amor... por obra del deseo sexual.
AtenComala
Y mientras Marcos jugaba al estratega en su "war room" de la Colonia Obrera, en Atenco se libraba una batalla que el primer día presentaba una victoria monumental a favor de la organización de ejidatarios que se había enfrentado a las fuerzas del orden. Con algunos policías en su poder, las fuerzas del orden replegadas y el ominoso antecedente de un gobierno que reculó cuando las cosas se pusieron verdaderamente álgidas en el mismo lugar durante la intentona de construcción de lo que hubiera sido el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, los macheteros tenían una apertura (como dicen en ajedrez al movimiento inicial) ganadora.
Quizá el siguiente movimiento hubiera sido meter al Delegado Marcos en el pueblo en poco tiempo para que éste declarara que Atenco era una tierra liberada y que se convertiría en un nuevo caracol o alguna figura que estableciera jurisdicción zapatista en la zona. En ese momento el gobierno tendría entre manos la imposible opción de sacar a los rijosos... y encarar la posibilidad de tener que someter a Sup en persona, con el riesgo de matarlo o herirlo en la refriega (además del trabuco legal de tenerlo en el tambo).
Sin embargo, de algun manera que espero algún día se revele, las fuerzas de seguridad locales y federales decidieron realizar un movimiento súbito, invadiendo ellos mismos Atenco y arrebatándoles el control del pueblo a los activistas. En apenas un par de horas del amanecer todo concluyó: el movimiento fue sacado a toletazos del pueblo, los organizadores atenquenses fueron enviados a la cárcel y la policía hizo acto de presencia masiva en el lugar. Parecía que las cosas representaban un triunfo completo para el gobierno.
Pero Marcos aún tenía cartas bajo la manga. Aprovechando que la policía abandonó la plaza rápidamente, la caravana zapatista se piso en pie rumbo a San Salvador Atenco y Marcos hizo suya la plaza sin disparar un sólo tiro. Algunos miles de manifestantes acompañaron la caravana y ahora tenemos una situación poco diferente de como comenzó. Al mismo tiempo Marcos anunció en la noche que suspendería la Otra Campaña hasta que la situación de Atenco se resuelva y que, como suele suceder en estos casos, todos los detenidos sean puestos en libertad.
Ahora tenemos un impasse donde Marcos ha tomado posesión del pueblo, pero sus huestes más arrojadas están en la sombra, la policía se encuentra a pocos kilómetos, con la desventaja de que ya se saben el camino de ida hacia el centro de Atenco. Falta ver qué es lo que sucederá en los días por venir, cuando la prescencia del Delegado Zero comience a hacer mella en la paciencia de las autoridades, o si algun conflicto en el pueblo se sale de control.
Siguente movimiento.
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