Quizá nadie lo sepa (y la verdad ni yo me había dado cuenta), pero desde hace algunas semanas vivo solo. En teoría nada de consideración, pero para quienes viven en este estado de gracia y más si lo hacen de manera más o menos repentina, la cosa ha aparecido con todo tipo de inconvenientes operativos. Quizá el más importante es la cocina. La primera semana de adaptación es la semana de la comida para llevar y es repoca madre, pero haciendo cuentas y una vez que uno ya se cansó de pedir pizza cada tercer día es que viene la cosa difícil. Pese a que mi señora madre hizo lo posible para que yo pudiera aprender a cocinar, la neta es que la vida de alguien como yo, dedicado a escribir en jornadas de hasta 14 horas continuas, no puedo darme el lujo de emplear más de 45 minutos en preparar mi comida y la verdad es que, aunque me encantan las enchiladas y el pipián de espinazo de cerdo, no tengo la técnica y menos el tiempo para emular esos platillos que antaño tenía el gusto de devorar.
Lo chistoso es que no he podido encontrar en las librerías un libro decente de cocina rápida, fácil y de preferencia de microondas. Los libros que he encontrado dan por hecho que uno posee una cocina hipercompleta con hornos de rayos gamma y asadores de piedra, así como el tiempo necesario para dejar macerar una cabeza de jabalí hasta que pierda su consistencia. Ahorita estoy experimentando con la comida congelada, nada mal para llenar el buche, pero la cantidad de glutamato monosódico, sal y otros "elevadores del gusto" dejan sensaciones extrañas en el paladar, las verduras congeladas no van mal, pero aún no le atino a la forma de que no queden demasiado blandas.
En fin, si alguien sabe de un libro donde pueda encontrar una cocina factible en microondas para solteros (y dije factible), se agradecerá sinceramente. Ya les contaré del resto de mis peleas con la casa y sus empeños.
NOTA POLITICA
Mañana comienza el jaripero político en forma con el debate entre los grises precandidatos del PAN a la candidatura por la presidencia de la república. De antemano pasan frente a mi mente imágenes de grisura de tres tipos que seguramente (como buenos caballeros que son) evitarán hacer cualquier cosa que parezca una confrontación de verdad. Quizá lo más agresivo que veamos sea el intercambio de pañuelazos entre los candidatos, quienes segura y gustosamente se comportarán como todos unos hombrecitos. ¿De dónde habré sacado eso?
NOTA PERSONAL
Hermana del otro lado del espejo:
Fuerza para flotar / energía para nadar / ojos para mirar el otro lado del mar / despacio, una brazada a la vez.
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