Dado que no hay noticias y que todo mundo parece estar concentrado en la hueva del recalentado, me daré la licencia para ponerme el sombrero de crítico de cine para comentar algunas de las que me parecen películas más relevantes del año que se va, basadas en mi muy subjetivo y personal punto de vista.
- Oldboy (cinco días para vengarse): Cuando mi fe por el cine estaba decayendo, cuando pensaba que el cine sólo podría seguir pariendo malos remakes de películas que vieron mejores ayeres, aparece un fresco viento coreano de la mano del director Chan-wook Park con una película que lo deja a uno como seguramente dejó Un perro andaluz a la audiencia francesa a principios de siglo. Una historia retorcidísima, unos personajes que oscilan entre la irrealidad y el sadismo, actuaciones impresionantes y sobre todo, una película ORIGINAL que no teme valerse de una historia nueva, arriesgada y hasta políticamente incorrecta. Es una pena que los gringos ya casi no les queden pelotas para hacer películas donde verdaderamente se jueguen el pellejo. Incluso hasta los europeos se ven medrosos ante el coraje, la imaginación y la garra de los cineastas asiáticos.
- Closer (llevados por el deseo -o algo así-): ¿Quién quiere ver a la Princesa Amidala bailando en hot pants? Yo dije yo y vi la movie. Punto y aparte de ver como la Portman pudo salir airosa de la maldición Star Wars, le pelicula pone sobre la mesa algunos temas propios de nuestra época. ¿Cómo puede concebirse y hacerse visible el amor dentro de las viscosas paredes y suelos de personas que cambian hora con hora, de pasiones que nacen de los monitores y de cruces sentimentales donde la fidelidad queda supeditada al próximo orgasmo? Pareciera que eso está muy lejos de nuestra república católica, pero yo los invito a que vean la película y después se pregunten si realmente estamos tan lejos de los pecados allí descritos.
- Der Untergang (la caída): Sin temor a llenar el teclado de palabras, esta película me parece que presenta la interpretación definitiva de Hitler. Bruno Ganz (para más señas, el ángel Cassiel en la película de Wim Wendes, Far away, so close) personifica a un hombre que se desmorona con el mundo que creó, un déspota enjaulado cuyo poder se reduce a los sueños de un mundo que no sólo no verá la luz (el Reich de los mil años) sino que implotará enmedio del delirio de grandeza de sus protagonistas, que verán la cara de la muerte deformada por el delirio y la devastación que machaca el último refugio de Hitler y sus compinches, amén del conocimiento de una mala obra de teatro cuyo telón afilado les cae por encima en un baño de sangre.
- Super Size Me (super engórdame): Lo que los cineastas gringos (salvo excepciones) han perdido en el cine narrativo, lo han ganado en el documental. La escuela del gordito Michael Moore se ha extendido y ha dejado discípulos con hachas gloriosamente afiladas. Este es el caso de Morgan Spurlock, quien después de trabajar para MTV (la serie I Bet You Will es de su creación) decidió morder la mano trasnacional para irse contra uno de los baluartes del american lifestyle. Me refiero ni más ni menos que al "fast food". El experimento radical de alimentarse de hamburguesas todo un mes y demostrar los nocivos daños de la comida chatarra se me hizo un performance al estilo del periodismo "gonzo" (donde el periodista se mete hasta el fondo de la situación), pero al mismo tiempo un uso creativo de esa chatarra llamada "reality tv" con el fin de crear algo más edificante.
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