¿IDEAS?

No se me ocurre algún buen tema (después de 12 horas frente al monitor la creatividad se afecta), por lo que recurriré a la anécdota personal. A los 13 años descubrí que se me hacía fácil escribir una suerte de ensayos donde describía la vida en mi secundaria masculina y para colmo católica.

No puedo decir que escribía cosas muy elevadas o que las musas bajaran a dictarme las ideas (no las hubieran dejado pasar de la puerta), a decir verdad era una catársis de tiempos muy áridos donde lo peor que a uno le podía pasar era descubir una vocación poco común en un entorno donde la mayoría de mis excompañeros terminaron siendo lo que los ingleses denominan "pen pushers", yo terminé arrastrando la pluma también, pero hacia un lado quizá peor, tomar la pluma para dibujar la realidad, la espinosa, resbalosa, peligrosa, veleidosa y a veces asquerosa realidad.

Ah si... ya tengo una idea: las advertencias siguen (y la última vino en la presente edición de la revista Time): en todos los tonos los gringos nos hacen saber un mensaje que debería sonar las alarmas y que dice: Su frontera es una coladera y por allí se puede meter algún hijo de Osama B para hacer un desmadre, ¡aguas! Del lado mexicano vino la respuesta sombreruda: no tenemos idea de lo que nos están hablando y no estén chingando que estamos partiéndonos la madre con el Peje.

Obnubilados por las cotidianas grescas locales, el gobierno mexicano está dejando un peligrosísimo cabo suelto que (ojalá no ocurra) de llegar a producir un incidente donde terroristas colados por nuestro país estuvieran involucrados desataría una hoguera de consecuencias inimaginables. Se olvida que del otro lado de la frontera además de los paisanos que allá viven se encuentran centenares de millones de ciudadanos americanos que viven al filo de la navaja del pánico y otros (pocos aofrtunadamente) que están a la espera de un pretexto para desatar el odio étnico contra los mexicanos que allá viven. Las advertencias siguen, ¿hay alguien que escuche?