Sabado Chilangotitlan

ahora que la semana laboral y sus rigores académicos han quedado atrás, tengo el tiempo suficiente como para poner de nuevo mis reflexiones y debrayes sobre el Universo y anexas.

Primero que nada, alabada sea la primavera que está por llegar ante nosotros. Es muy reconfortante saber que los calores se asoman y por consiguiente las muestras de belleza que afloran de nuevo en la naturaleza natural (valga la redundancia) como por la naturaleza femenina (valga la valoración). Como le pasó al buen E.M. Cioran cuando (dejando sus pesimismos parisinos) decidió tomarse unas vacaciones en las Islas Canarias. El resultado es que, pese a que sus ideas suicidas persistían, no pudo ejecutarlas porque la naturaleza se presentaba frente a el en una forma abrumadora que terminaba por salvarlo cada noche como los cuentos de Scherezada.

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Quienes me conocen personalmente, saben que una de mis pasiones es la animación japonesa. Eso lo descubrí cuando, pasada mi adolescencia me seguían atrayendo las aventuras de la saga Macross o la inconmensurable narrativa de Akira una película que, cuando la vi por primera vez (gracias a mis amigos Bety & Caleb) me quedé simplemente abrumado. Y así hemos seguido hasta hoy, pero ya con un barniz más serio (porque si hay algo que le jode al anime es que se piense en el como entretenimiento para niños o para adultos muy perversitos). Así las cosas, compré la semana el DVD de Ghost in the Shell 2: Innocence (GIS2).

Les ahorraré detalles de la trama, pero es una película que habla (en el tono futurista que ya conocen) de lo complicada que se vuelve la vida cuando uno va cediendo a la tecnología casi todas las funciones. No me lo digan, desde Frankestein (y quizá mucho más atrás) está en el aire la idea de lo que pasa cuando la tecnolgía altera o reconstruye nuestra persona. Los resultados no suelen ser demasiado alentadores: los seres humanos (desde el Hombre Biónico hasta el cacharrizado Tetsuo del director Shinya Tsukamoto) terminan siempre devastados por las contradicciones entre poseer cuerpos metálicos y un alma orgánica. Este es el caso de GIS2.

Aunque siempre existe la tendencia a pensar en la posibilidad de que lo que estas tramas narran no son más que ilusiones y miedos de una minoría de nerds estimulados por demasiadas matemáticas o programación, debo decir que la cosa no es tan sencilla. Por si no se han dado cuenta, los seres humanos dependemos de la tecnología para funciones tan "humanas" como la memoria (levante la mano quien no use una Palm o una agenda de papel), la comunicación (igual, saque la mano quien no tenga celular o Internet) o el mismo amor. Al mediatizar (palabrita sacada de alguno de mis cursos universitarios) las experiencias de la vida, es posible extrapolarlo todo y concluir que los seres humanos altamente tecnologizados se las veránc on complejos dilemas entre lo que son y lo que se han construido. No digo más; vean la película (en DVD mejor) y luego me dicen si les parece.

Notas sobre la muerte de un abogado.
Ahora que leo las noticias me entero de que Samuel del Villar presenta un cuadro de muerte cerebral. Para los chilangos este nombre nos suena porque fue protagonista de uno de los enfrentamientos entre gobierno y medios más fuertes en la capital. El asesinato de Paco Stanley (a quien le dispararon los tacos con demasiada vehemencia) condujo a un encontronazo entre el gobierno capitalino (comandado por el Cuatemochas) y TVAzteca, quien siempre defendió la inocencia de su cocómico (por lo de sus aficiones químicas) y en una intervención memorable, el mismísimo dueño de la emisora demandaba un corte de cabeza por el ineficiente gobierno que no había podido proteger al autor de aforismos tan trascendentales como "una tras otra".

Después vinieron celebridades inesperadas como la de Mayito (es inocente), la edecán Paola Durante (que ahora es respetable reportera de la televisora) y del supuesto asesino (un tipo calvo y de bigote de aguacero apodado El Cholo) a quien terminaron haciéndole una historieta resaltando sus dotes como... ¿como qué? El abogado pasó a la trastienda entre mentadas de madre potenciadas por el altavoz televisivo y el abogado (de quien se rumoró era gran aficionado a los placeres báquicos) se desvaneció, salvo por ocasionales apariciones en el diario La Jornada escribiendo sobre intríngulis legales que afectan al PRD.

Pues parece que ya se la apeló con la huesuda. A ver cómo se le recuerda en Tv Azteca y qué cobertura le dan al evento. Así sea.