En lo que a mi respecta, debo agradecer a mis padres el haberme inculcado el amor a la lectura y sobre todo, la necesidad de leer para interpretar la vida y lo que le rodea. No es un proceso fácil ya que la lectura es una actividad que debe propiciarse desde la cuna y como saben los pedagogos, cualquier actividad pedagógica debe ser fruto de la persistencia, del amor y de las ganas, cosa que muchos mexicanos encuentran fuera de su alcance conceptual y de su ánimo.
Curiosamente se habla de que el desarrollo de México vendrá de las habilidades de cómputo, pero casi nadie dice que antes que eso viene una habilidad mucho más fundamental: la de saber leer y comprender un texto a cabalidad.
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