Thursday, August 02, 2007

LECTURAS VARIAS

A la oja - Mariko: Si pudieras ver lo que veo

Acabo de concluir de leer un libro sobre la filosofía y vida de Michel Foucault. Su papel como filósofo se ha vuelto quizá uno de los más controversiales y focales de la historia de las ideas contemporáneas. La amplitud y complejidad de su pensamiento le ha vuelto lo mismo objeto de ácidas críticas que de homenajes irrestrictos. Sin embargo, yo le tengo un aprecio especial al hombre y su obra no por otra cosa sino por las condiciones bajo las que conocí de su obra.

Siendo yo un estudiante de los primeros cursos de Ciencias de la Comunicación, era un imberbe en materias de filosofía. Mi background estudiantil en la materia era calamitoso pues mis maestros se habían caracterizado por su habilidad para llenar de tedio incluso las partes más amables de la filosofía.

Sin embargo, estando yo en mi segundo semestre, dos maestros: Don Oscar M y Juan W me cambiaron en apenas un año de estudio. Sus enseñanzas, rápidas y filosas sobre el pensamiento de Spengler, de Descartes y de Foucault me abieron caminos de sabiduría o de dolor, según sea el caso. El mostrarme a EM Cioran quizá fue un pecado capital porque me mostró el mundo de la desesperación como muchos escuinclitos emos quisieran comprender. Es una lectura obligada y quizá un día pueda yo escribir formalmente sobre el tema, pero desde entonces me quedé prendado de estos pensadores, maestros de la sospecha, como dice mi maestro Juan W.

Por otro lado, tengo sobre mi escritorio a medio devorar quizá uno de los libros satíricos más cagados que me haya topado, lleno de filosas ironías que Philip Roth despliega sobre nuestras ideas de sexualidad y de identidad. Una especie de Metamorfosis kafkiana a la inversa que se ceba una vez más sobre el hombre común, presa de las veleidades de la vida moderna, es decir... de su propia vida.

Y finalmente, para compensar tanta etereidad, me he dedicado a consultar (que no leer) un enorme manual sobre Mac OS 10.4, que si bien no es lectura fácil, al menos me ha dado una gran comprensión de la máquina que es mi aliada en estos menesteres de la tecnología por lo menos 16 horas al día. Mucha tecnología ayuda a mantener la mente libre de idealismos inconsecuentes.

Reflexiones para la oja
Oh si, el embeleso de la mente es mortal. El dolor de la fractura en material intangible es más doloroso de lo que pensamos. El vértice de la punzada que nos atraviesa cual estilete no es más que una sublimación (es idea mía) de nuestros otros yo que momentáneamente logran salirse de nuestro ser a través de fisuras en el cráneo.

Yo no lo tomo a mal, es preciso padecer, el mismo Cioran recomendaba la enfermedad como remedio contra el optimismo desmedido y la humanidad corrosiva. No combata el dolor, sólo proceda a cerrar un ojo a la vez. Sólo uno.

1 comment:

El Ojo said...

AHhh... hermano... lo ilocalizable del dolor esta noche, como las anteriores, sumida en la ceguera, sólo me han mostrado un camino... Ya no creo... supongo, ese es el ojo que esta noche, con certeza puedo cerrar.
}Lo quiero harto...